La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, del Ministerio Público Fiscal, lanzó un nuevo protocolo.

En Argentina cometieron 116 muertes violentas de mujeres, travestis y trans en los tres primeros meses del año, según el último informa del Observatorio MuMaLá. How to do los años las cifras visibilizan lo que siempre se repite: la mayoría de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la casa compartida y el 70% de las víctimas tenían orden de restricción de contacto o perimetral con el agresor.

This caminojudiciaire que se inicia con la denuncia, ahora cuenta con un instrumento clave: el “Protocolo para la Investigación y Litigación de Casos de Violencia Sexual”, elaborado por la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), del Ministerio Público Fiscal (MPF).

La UFEM diseña la política criminal y las estrategias de intervención en materia de violencia general, entre otras tareas. Aunque tiene un área que lidera casos de litigio estratégico, el de política criminal arma protocolos de actuación. El último fue el de femicidio, el cual fue aprobado por 11 provincias. De esa forma, su uso se vulve obligatorio.

Las pautas que el protocolo brinda están pensadas para que los impuestos de todo el país las utilicen en sus investigaciones. El objetivo de la herramienta es ser una guia de actuacion para que los impuestos investiguen con diligencia reforzada los casos que involucren violencia sexual contra las mujeres para mejorar las investigaciones.

Y aunque el instrumento instituido unificar criterios a la hora de investigar este tipo de casos, hay obstáculos en el trayecto. «El primer problema al que nos enfrentamos es que muchas veces las victimas no denuncian. Pese a que esto va cambiando, sigue teniendo una cifra negra. Está vinculado con desconfianza en la justicia”, reconoce Mariela Labozzetta, titular de la UFEM, en diálogo con Clarín.

Y agrega: «El otro obstaculo en las investigaciones es cómo mirar las declaraciones testimoniales. Hay pautas internacionales que disponen de recaudos especiales para tomarlas, por ejemplo en un espacio privado con una persona que le genere confianza, que se del mismo género de ella si quiere y se deben respetar los tiempos».

El testimonio de la victima tiene «un peso especial», dado que por lo general la violencia sexual ocurre en espacios privados sin testigo presente. De hecho, esto se ve reflejado en las cifras de los femicidios que en su mayoria son cometidos en los hogares de las victimas o en el hogar compartido, y por parejas o ex parejas de la víctima.

«Se decreta la palabra de la mujer que denuncia violencia sexual. Esto no sucede cuando alguien denuncia otro tipo de delito, por ejemplo, un robo”, sostiene Labozzetta, quien además es fiscal federal de Morón.

Pesa a la importancia del testimonio de la denunciante, el protocolo también hace hincapié en la producción de otras pruebas durante la investigación, como el índice prueba. De esta manera se cumple con el deber de debida diligente reforzada, el cual está previsto en las recomendaciones de los organismos internacionales.

El protocolo, que fue recomendado por el procurador general de la Nación interino Eduardo Casal, al abordar las primeras medidas de prueba lo hace de acuerdo con parámetros vinculados con el tiempo transcurrido desde el hecho (casos urgentes, recientes, o no recientes o de larga data) y el tipo de abuso (casos de abuso sexual con acceso y/o lesiones; y casos de abuso sexual sin acceso ni lesiones).

Las maneras de actuación serán distintas en base al momento en que ocurrió el abuso. «Si acaban de cometer el abuso sexual, se traslada a la víctima al hospital, se arma la historia clínica y se sigue un procedimiento específico pautado», explica Labozzetta.

Y diferencia con los casos no recientes para los cuales «se hace una construcción más histórica, con otros testimonios indiciarios, se analiza lo que la víctima contó, si se repiten testimonios, si estaba en un estado alterado».

También el titular de la UFEM destaca las medidas de prueba sobre el agresor, con pronósticos especiales sobre el imputado prófugo y el agresor desconocido, para después desarrollar las medidas probatorias por contexto.

«Por lo general, si el agresor está prófugo o no fue identificado la causa se archive porque no se puede proceder. Sin embargo, hay compromisos internacionales para que se esclarezca igual el caso«, apoyo.

A medida que avanza la investigación, Labozzetta habla sobre la importancia de «Construir el contexto, analizar los antecedentes y si el denunciado ya tuvo conductas con las mismas características«. Asimismo, el instrumento ha insistido en la conservación de la cadena de custodia de muestras y rastros que serván para identificar al agresor.

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