• Las conversaciones proseguirán en México y formarán parte de la agenda de «paz total» del presidente Gustavo Petro

El Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la ultima guerrilla con frentes abiertos en ese país, cerraron este lunes en Caracas la primera etapa de una negociación que se prolongará brevemente en la Ciudad de México y debe llevar a cabo un acuerdo de paz. La discusión duró 21 días, bajo el patrocinio noruego y el respaldo de la ONU, Venezuela y Cuba. En su transcurso se convino realizando acciones humanitarias en varias regiones, entre ellas el Valle del Cauca, a 450 kilómetros de Bogotá, azotadas por la violencia de grupos armados de ultraderecha y delictivos, además del ELN. Rafael Pineda, alias Pablo Beltrán, el jefe de la delegación de la insurgencia, dijo que ese modelo de intervención humanitaria, del cual no se formularon mayores precisiones, buscará luego aplicar en otras aquejadas por los mismos flagelos. También reconocerán los «graves» problemas que existen en las cárceles con la guerrilla y los convencerán de soluciones «concretas».

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Las negociaciones forman parte de una ambiciosa hoja de ruta del presidente de izquierdas, gustavo petro, quien, al asumir presentó su proyecto de «paz total» en Colombia, que debería involucrarse también en un plazo no especificado a los paramilitares y bandas narcos. El estuvo mandatario representado en Caracas por Otty Patiño, María José Pizarro, Iván Cepeda, el líder campesino Alberto Castilla, el empresario José Félix Lafaurie, monseñor Héctor Fabio Henao y el Comisionado de Paz Danilo Rueda.

«Este proceso de paz se ha interrumpido durante cuatro años. Examinamos la agenda de 2016 e hicimos un trabajo de ampliación y enriquecimiento. Había por ejemplo un faltante: no se hablaba de la casa común, es decir, del medio ambiente, tampoco de sectores tradicionalmente excluidos como mujeres y pueblos nicos», agreg Pineda.