Una de las consecuencias del cambio climático y del calor más frecuente e intenso afectará al principal sector económico del sureste y sureste peninsular, al turismo. La científica del Instituto de Salud Carlos III, Cristina Linares, asegura que el sur de España «se está convirtiendo en un desierto» y que esto en el turismo «tendrán unas consecuencias muy importantes» es que los turistas están se ha movido más al norte peninsular en verano. «En el sur y en el interior va a ser imposible estar, te achicharras», dice. El clima del norte de África, advierte, es el que va à haber en zonas como Andalucía, y la Costa Blanca, de momento, salva «al estar más flexibilizadas las temperaturas». «La gente tenderá aire al norte para descansar mejor, ya que es imposible dormir en el sur o en el interior».

más años

Pero no solo los expertos advierten de un problema turístico, va a ocurrir un complemento de la ansiedaddel nerviosismo, de la irascibilidad. Its consecuencias que está trayendo las olas de calor tan intensas como las que hemos padecido en España este verano, según alertan los científicos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), los organismos públicos de investigación que promovieron, financian y gestionan la investigación biomédica y sanitaria en el pais. Hay una relación entre el aumento de los problemas de salud mental y la crisis climática.

Así lo advierte a Información, del grupo Prensa Ibérica, la científica Cristina Linares, que participó en Elche en una de las jornadas dedicadas a las ciudades del futuro ya reflexionar sobre la emergencia climática en las urbes. «Imagina que por la noche no puedes dormir porque hay una temperatura mínima muy alta, pues todo ese cansancio se va acumulando día tras día y hace que El Estado Psicológico de las Personas Cambie«, explicó la científica. Las personas, así, se vulven más irascible y con problemas de ansiedad porque el cansancio se va a cumulando y puede llevar, incluso, tiene un brote psicóticoAlerta Linares.

Preocupación

El cambio climatico es algo muy preocupante. Yes que, según advertieron los científicos del Instituto de Salud Carlos III, las temperaturas extremas que hemos pasado este verano son las que se preveían para 2032, por lo que la emergencia climática se ha adelantado ya una década. Las olas de calor están rompiendo seriamente a la salud y el mayor ejemplo es el de este verano, donde hubo temperaturas extremas y 42 días de olas de calor. Eso sí, la cifra de fallecimientos atribuibles a las temperaturas se multiplicó casi cuatro veces, de 1.300 que estaban registrando de media, a 4.500. «Los extremos térmicos, cuestan vidas«, advierte otro de los científicos del ISCIII, Julio Díaz, quien también intervino en las jornadas en Elche.

En Japón y en EE.UU. heno estudios que relacionan las olas de calor con un número de alcalde suicidios, advertirn. «Si es una persona que ya está descompensada porque tiene una enfermedad mental o toma medicación que alterará los mecanismos de sudoración que hace que no tenga sed y casi que haya que recordarle que beba para no deshidratarse, todo ello altera sus mecanismos internos y puede llevarle tiene un brote psicótico, es para tomarlo muy en serio”, señala Cristina Linares.

Alcoholismo

Incluidos, explicó Linares, están notando en los hospitales un aumento de las personas que sufren problemas de alcoholismo. “Cuando aumentan las temperaturas, también la gente consume más alcohol, con un riesgo de abuso”, advierte la científica. Además, también sufren problemas mentales como ansiedad y estrés postraumático quienes viven fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, o, incluso, las tormentas.

«Empecemos a poner herramientas, pasemos a la acción contra el cambio climático, no nos ponemos a hacer planes de actuación a pesar de conocer ya sus consecuencias»

cristina linares

Científico

“Empecemos a poner herramientas, pasemos a la acción contra el clima, no nos ponemos a hacer planos de actuación a pesar de conocer ya sus consecuencias sobre la salud”, lamentó Linares.

Incluido, estan aumentar la pérdida accidentes de tráfico en los periodos de olas de calor porque la gente descansa mucho peor y conduce con menos condiciones de reflejos y más nerviosismo. Así lo han detectado los expertos del Instituto de Salud Carlos III. «La Península Ibérica sufre de todo, porque tan pronto nos entre clima atlántico como húmedo y frío o el vórtice polar, como que nos entra aire seco y cargado de partículas de polvo sahariano, nos vamos a tener que adaptar a situaciones extremas», señala el científico.

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Las altas temperaturas agudizan las enfermedades ya presentes, advierte Julio Díaz. «Una persona que tenga una enfermedad neurológica es de especial riesgo porque su hipotálamo no tiene sensación de calori y, por tanto, tampoco tiene esa necesidad de hidratarse, o una persona mayor puede tener una rotura de una arteria porque uno de los mecanismos clave para luchar contra el aumento de la temperatura es la dilatacion de las mismas, o los problemas renales o cardiovasculares“, explica el científico.

De hecho, la mayoría de las muertes Durante las olas de calor no las producen un golpe de calor, «eso es un mínimo porcentaje», señala, sino que las las altas temperaturas precipitan los síntomas de la patología ya presenta y, quienes las sufren, mueren por ello. Y, ¡ojo!, porque el calentamiento global está elevando las temperaturas máximas por encima de lo previsto.