Las ONG insisten en que el Gobierno porteño debe cambiar el método para personas relevantes en situación de calle. Y piden que se reglamente una ley nacional para hacer un censo específico.

Tristeza, frustración, indignación, desolación. La imagen de chicos y chicas en situación de calle despierta emociones diversas. La tristeza de ver a esas infancias creciendo en riesgo; la frustración de muchas veces no saber qué hacer, cómo ayudar; the indignation of ver que el tiempo y los gobiernos pasan pero los pibes y las pibas siguen ahí, en la calle; la desolación al imaginar que los espera un futuro siempre cuesta arriba y sin igualdad de oportunidades.

este fin de semana Clarín publicó una nota en la que refleja una realidad que duele, la de chicas y chicos que piden limosna y viven en la calle. Del relevamiento sale que sigue teniendo una deficiencia en cuanto a los relevamientos y las cifras exactas, y que Hay una ley nacional que podría echar luz al respecto pero que aún espera la reglamentación.

La pelea por los datos

Por un lado, el gobierno porteño – a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitatlleva a cabo un censo de gente en situación de calle, que desde 2016 se mantiene con números estables.

El año pasado se las censo dos veces. En abril, durante la habitual historia de que hace todos los años el Gobierno porteño; y en mayo, en el marco de lo que fue el operativo del Censo Nacional (el INDEC implementó el mismo cuestionario). En el primero detectamos 1,011 personas durmiendo en la calle y otras 1,600 en paradores (el número formal de Centros de Inclusión Social, CIS). El segundo censo, el de mayo, contabilizó 891 personas en la calle y 1.525 en paradores.




Crece el número de chicos que piden limosna en las calles de la Ciudad. Foto: Fernando de la Orden

La encuesta fue realizada por los equipos ministeriales y por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad.

Entre ellos, Desarrollo Humano y Hábitat identificó en el último conteo a 21 chicos y chicas de 0 a 14 años (2,1% del total) y 12 que tienen entre 15 a 18 años (1,2%).

El relevamiento es muy crítico por las organizaciones sociales porque pretende que se invisibiliza a muchas personas. Horacio Avila, del Proyecto 7, explicó: “El Censo Nacional fue una oportunidad desperdiciada. El INDEC repitió la metodología del gobierno porteño, que no sirve, es parcial y es la siguiente: salen Durante una sola noche a recorrer las calles de la Ciudad. Nosotros comprendemos que es necesario al menos dos días de corridaen diferentes franjas horarias, para que no haya puntos ciegos en la corrida. Sí además necesitamos que el relieve incluya un trabajo territorial por regiones. Sobre todo si se pudiéramos levanta el AMBA, Rosario y el primer cordón rosarino, tendríamos un número que se acercaría a lo real».

Y reclamó el reglamento de la «Ley Nacional para Personas en situación de calle y Familias sin techo», que prevén la realización de un censo para justamente tener certezas y diseñar las políticas necesarias para buscarle soluciones a una problemática que lleva décadas. Buscan que el actual ministro de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, los recibimos y escuchamos.

Volviendo a la Ciudad, la herramienta de intervención del Gobierno porteño es el BAP, Buenos Aires Presente. «Its más de 25 equipos que salen al territorio todos los días por cada barrio, y que accionan de manera inmediata ante las llamadas que ingresan a la central del 108», explicó. Y ampliaron: «De esos recorridos diarios se trazabilidad de cada persona y contamos con información digitalizada sobria sobre su situación y sus necesidades. Los trabajadores sociales del BAP mantienen un contacto regular y cotidiano con cada uno de ellos. llevarlas cuenta con un Centro de Inclusión Social. Por si no necesitamos ayuda, entre mantas, comida seca, un plato de comida y bebida caliente, y un kit de higiene. En los casos que se necesite dar atención médica, articulamos con el SAME. También los ayudamos con la transmisión del DNI».

Voceros del ministerio explica que si bien puede haber chicos y chicas en las calles, es necesario indagar sobre el origen de las familiasporque «hay muchas que quizás tengan vivienda en la provincia de Buenos Aires, están sin trabajo, y vienen a la Ciudad a pedir dinero oa ganar unos pesos. Entonces no sólo es un problema de nuestro territorio».

«Las líneas de acompañamiento que tenemos son muy específicas para personas en situación de calle, que no tienen donde sleep, que viven en la vía pública. Para las personas que por diferentes motivos pasan el día en las calles de la Ciudad hay otras alternativas por ejemplo ayuda económica a través de la Ciudadanía Porteña (NdeR: a través de una tarjeta se oorga un subsidio mensual que jora el ingreso de los hogares en situación de vulnerabilidad), o la red de comedores porteños, además de los paradores”, detalla.

CS

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