La FP goza de buena salud: impulsiva para una nueva ley que potenciará significativamente su carácter dual, sigue aumentando el número de matrículas, y la demande se sitúa muy por encima de la oferta de plazas existentes en el sistema público. En los últimos cinco años, el alumnado de la Formation Profesional ha aumentado, de media, en un 29,8 %, mientras que en su modalidad online lo ha hecho en un 157 % en el mismo periodo, hasta representar casi uno de cada cuatro alumnos (23,6%) en el curso 2021-22, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Y, sin embargo, los datos también muestran un aspecto más preocupante: la brecha de género no solo existe, sino que sigue agrandándose.

A crecimiento, el de la Formation Profesional, que se explica por varios factores: «Se trata de estudios que destacan principalmente por ser prácticos y flexibles, y ponen en contacto al alumnado con el tejido empresarial. Además, desde la orientación académica y profesional que se ofrece en la ESO se le va otorgando una mayor importancia a la FP”, afirma Josep Lluís Segú, director general de Educaweb y director de Observatorio Educativo de la Formación.

No obstante, añade Segú, persisten algunos desafíos, porque, más allá de la brecha de género, «la FP continúa arrastrando un estigma de segunda opción, y queda mucho camino para equiparla en prestigio a la formación universitaria». Una percepción de que, no obstante, esta mucho más ligada a la FP de Grado Medio que a la de Grado Superior, que goza de mayor reconocimiento. Un estudio reciente bajo la precepción de la Formación Profesional de madres y padres, producido por CaixaBank Dualiza, lo corrobora: el 77% de las familias cree que en España hay prejuicios contra la FP, si bien únicamente el 23% reconoce tenerlos. Además, “solo dos de cada 10 familias desean que sus hijos cursen FP, seis de cada 10 piensa que los universitarios tienen más oportunidades de empleo. Pero, en la práctica, la inserción laboral Durante los años inmediatamente posteriores a la titulación es superior en los alumnos de FP que en los graduates universitarios”, recuerda Segú.

Una brecha de genero persistente

Las mujeres siguen siendo mínimas dentro de esta opción educativa, aunque esta disparidad se observa sobre todo en la FP Básica, representando así el 29,5% del total. En las de Grado Medio y Superior, las cifras se acercan mucho más: un 45,1 % de mujeres en la primera y un 48,9 % en la segunda, según las estadísticas que ofrece el propio Ministerio. Dentro de la FP online, sin embargo, la tendencia es la oposición, siendo ellas un 65,7% del alumnado en las titulaciones de Grado Medio, y un 61,7% en las de Superior.

Al igual que sucede con determinados estudios universitarios, el sesgo de género es mucho más evidente al analizar distintas formativas familias, como sucede en los ciclos del ámbito de las nuevas tecnologías e industria. En Informática y Telecomunicaciones, por ejemplo, ellas solo representan el 7,9% de Grado Medio y el 14,3% de Superior (en el curso 2003-04, rotonda el 24% en ambos). Y en Instalación y Mantenimiento o Electricidad y Electrónica, apenas constituyen el 2,3% de los alumnos matriculados en Grado Medio y el 4,5% del Superior. En cambio, en los ciclos formativos vinculados a la salud y los cuidados, la presencia femenina aumenta, representando una abrumadora mayoría en aquellos relacionados con Sanidad.

Una brecha que puede explicarse, en gran medida, por los estereotipos de género adquiridos. “Algunas mujeres no eligen determinados estudios porque creen que se les tachará de poco femeninas, y al reves, algunos hombres descartan determinadas profesiones por percibirlas como poco masculinas”, sostiene Segú. Conceptos erróneos que, según un estudio publicado en la revista Ciencia, se manifiestan en edades tempranas: desde los seis años, las chicas son menos propen- sadas a asociar la inteligencia y la genialidad a su género, y tienden a evitar actividades que requieren ser brillantes. “Los estereotipos de género son condicionantes muy importantes al elegir unos estudios. Así, el trabajo de los orientadores, los educadores y las familias es contribuir a que los jóvenes tomen sus decisiones de proyecto de vida profesional extremamente en sus intereses y con la mayor libertad”, reflexiona la directora del Observatorio Educaedu.

Para ello, reclama Segú, es necesario que la orientación académica y profesional se inicie en etapas más tempranas del itinerario formativo de los alumnos, como es la Educación Primaria. Pero también se puede luchar contra los estereotipos «dando visibilidad a los logros de las titulaciones de FP en las familias donde la presencia de mujeres es muy inferior a la de los hombres; u ofreciendo incentivos como becas y ayudas para favorecer que más mujeres jóvenes elijan la FP”.Educación.

Las titulaciones de FP más demandadas

Aunque el análisis llevó a cabo dentro del observatorio (entre las búsquedas realizadas por los usuarios del grupo Educaedu), se aprecia una preferencia por la formación presencial, esta tendencia varía según el tipo de estudios: así, por ejemplo, en los másteres, la la mayoría de las búsquedas se decantaban por programas online (desde el cuarto trimestre de 2021 ya lo largo de 2022). En los grados universitarios, en cambio, el interés parece poco a poco volver hacia la presencialidad, tras dos años de fluctuaciones.

Dentro de los ciclos de FP presenciales, los más buscados son los de técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería y en Farmacia y Parafarmacia; técnicos superiores en Marketing y Publicidad y en Educación Infantil; técnico en Instalaciones Eléctricas y Automáticas y técnico superior en Integración Social. En el FP online destacan los ciclos de Cuidados Auxiliares de Enfermería y de Farmacia y Parafarmacia; técnicamente superior en Educación Infantil; técnico superior en Desarrollo de Aplicaciones Web y técnico en Gestión Administrativa.

Horario Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para escuchar su alcance.

RECÍBELO EN TU CORREO