“Se trata de la mayor reducción del endeudamiento de las administraciones públicas registradas en la historia reciente”. El Gobierno ni siquiera ha esperado a que el Banco de España difundiera de manera oficial los datos de cierre de año de la deuda pública para presumir de la fuerte reducción experimentada por el indicador a lo largo del año pasado, en el que ha pasado del 118,3% en que cerró 2021 hasta el 113,1%.

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha atribuido este viernes en un comunicado el recorte «al fuerte crecimiento de la economía ya una política fiscal responsable», alimentado en este caso por unos ingresos tax sin precedentes que según la Agencia Tributaria aportaron entre enero y noviembre 33.000 millones de euros más que en el registro del ejercicio de 2021 y pesa un hábito aplicado medidas taxs de alivio por unos 7.000 millones.

La deuda pública se ha sacudido 2.5 puntos en solo un mes -al cierre de noviembre estaba en el 115.5%-, lo cual puede tener algo que ver con la revisión al alza del dato de PIB que ha realizado el INE que en buena lógica habrá restado alguna décima tiene la razón de deuda sobre PIB.

Los datos publicados por el Banco de España señalan que la deuda pública acabó el año por encima de los 1,5 billones de euros, concretamente en 1.503 millones que es prácticamente la misma cifra de noviembre (1.505 millones), teniendo en cuenta el ratio de deuda comunicada por la institución fue del 115,53%. Sin cambios relevantes en cuanto al volumen de deuda pública, esa reducción de dos puntos parece encontrar su explicación en las revisiones al alza del PIB de 2022 que ha realizado el INE y que han elevado la tasa de crecimiento del año pasado hasta el 5,5 %.

Para el Ministerio de Asuntos Económicos lo más relevante es que el ratio de deuda pública sobria PIB ha quedado finalmente 2,1 puntos por debajo del 115,2% que se preveía en el Plan Presupuestario y que deja al Gobierno a las puertas de cumplir el objetivo del 112,4% que fijó para el conjunto de 2023 en el cuadro macro de los Presupuestos Generales del Estado de 2023.

amar también como muestra de rigor fiscal con que se estaría empleando el Ejecutivo, que, a su juicio, está haciendo compatible una reducción significativa del déficit y la deuda pública «con las medidas adoptadas para reducir la inflación y compensar a las familias y los sectores económicos más afectados» por la espiral inflacionista «Esta reducción confirma el compromiso del Gobierno con la sostenibilidad fiscal y el uso eficiente de los recursos públicos», ha asegurado la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en un comunicado circulado antes incluso de conocerse el dato definitivo de cierre de año de la deuda pública.

Dudas sobre la reducción de la deuda pública

La visión del vicepresidente no es compartida por un buen número de analistas, por organismos internacionales o por la principal institución encargada de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas españolas, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).

La Airef, que pronosticó en noviembre que la deuda pública bajaría al 113,9% del PIB diario sin contar con la revisión final del PIB del INE, comparó que la tendencia de reducción de la deuda pública es suave a partir de 2023 por la pérdida de impulso del rebote económico tras la pandemia – que ha llevado a España a crecer un 5,5% los dos últimos años – y ya no se cuenta con los ingresos tax extra proporcionados por este rebote y por inflación. Su escenario base es que la deuda pública encuentre su suelo en 2025 en el entorno del 110% y es compartido también por el Fondo Monetario Internacional.