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Mientras el ministro prepara medidas para apuntalar los ingresos, Máximo Kirchner se reunió con un grupo de gremios aliados e insistió en la idea de un pago adicional a los aumentos qu’acuerden por sector.
Apenas horas después de que el INDEC defundió que la inflación del primer mes del año alcanzó el 6%, el kirchnerismo decidió volver a la carga con su demanda por una mejora en los ingresos de los trabajadores que compensan la suba de precios y exigió la generalización de un aumento de suma fija que acompañe las subas que fijen en las paritarias por sector.
La planta K mete más presión sobre la estratagia que desde enero puso en marcha el ministro de Economía, Sergio Massa, para que los acuerdos salariales redondeen a pauta de aumentos de 60% anual, en línea con la inflación proyectada en el Presupuesto, con la apuesta de anclar expectativas en pleno año electoral.
The idea of una suma fija a los aumentos de paritarias fue uno de los ejes del encuentro que este miércoles compartió el diputado Máximo Kirchnerjunto al referente de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque, con un grupo de gremios aliados al kirchnerismo en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense.
Estuvo allí el titular de la UOM, Abel Furlán; los lideres sergio palazzo (bancarios), Vanesa Siley (judicial) y el dueño de casa Héctor Amichetti, en representación de la Corriente Federal de Trabajadores; además del moyanista Omar Plaini; los referentes de la CTA Hugo Yasky, Roberto Baradel y Sonia Alesso; y el ministro de Trabajo de Axel Kicillof, walter correa.
En la previa a la primera reunión de la mesa política del Frente de Todos, que sesionará este jueves por la tarde en la sede nacional del PJ convocada por el presidente Alberto Fernández, el grupo de gremialistas se pronunció en la reunión la necesidad de “mameluco con proscripción que la corporación judicial, a pedido de los grupos económicos le imponen a Cristina Kirchner”, y se columnaron con el operativo clamor que alimentan los sectores K en favor de una candidatura a la vicepresidencia de cara a las próximas elecciones.
Pero la conversación avanzó también sobre el análisis de la situación económica y el deterioro del poder adquisitivo de los salarios ante la suba de precios. El dato de la inflación de enero que el INDEC difundió este martes profundizó la inquietud de los sindicalistas alineados con Cristina y los reclamos hacia Massa en medio de los rumores de un inminente anuncio de medidas destinados a mejorar los ingresos de los trabajadores.
Según la información que registre los pasillos sindicales, el ministro de Economía dispondrá un aumento en el universo de trabajadores que cobran las asignaciones familiares (se menciona alrededor de 900 mil nuevos beneficiarios) y evalúa a la par un esquema para reducir la carga del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios, dos reclamos insistentes de los sindicalistas. Pero los gremios K pressionan por incorporar al paquete de medidas una mejora directa sobre los bolsillos y plantan la alternativa nativa de un aumento bajo el formato de suma fija.
La visita de Massa a la CGT
Ese esquema, sin embargo, es resistido tanto por Massa como por los sectores mayoritarios de la CGT (los grupos de “gordos”, “independientes” y el barrionuevismo) que el miércoles próximo 23 recibirían al ministro en la sede de la central obrera para analizar el escenario económico y social, y aceitar la estrategia de cara a las paritarias, en una foto que muestra el entusiasmo de buena parte del mundo sindical con la posibilidad de candidatura presidencial del líder del Frente Renovador.
Encuentro también serviá para apuntalar el plan massista para las negociaciones salariales de este año. Tras haber consensuado con un grupo de grandes gremios a mediados de enero avanzar en una menos del 60% anuall, con dos acuerdos semestrales en torno del 30% y con la garantía de revisión, el ministro disparó que ese esquema imponga en el acuerdo entre la administración de Horacio Rodríguez Larreta y los porteños municipales y la paridad de los choferes de colectivos, que negociaron el jefe de la UTA, Roberto Fernández.
Ahora la expectativa de Massa se centra en la debate sobre el mercado del sector bancario. Allí el gremio liderado por Palazzo se tragó la alternativa de una suba de 30% para el primer semestre (en tres tramos), pero amenazó con un paro para el 28 de febrero si no logra un entendimiento para que las entidades financieras compensen a sus trabajadores una parte de los descuentos salariales por el impacto del impuesto a las Ganancias.