El Olympique de Marseille ganó su partido ante el Stade Rennais (1-0) el viernes 20 de enero para acceder a los octavos de final de la Copa de Francia.
El último triunfo de OM en este evento, que en su momento tuvo tanto éxito, data de 1989 y el tiempo se acaba. Pero los marselleses tienen derecho a soñar, porque son muy sólidos y la eliminación de la Champions les da energía para liderar la Ligue 1 y la Copa de Francia de frente.
El Vélodrome se había llenado para ver a Rennais y Marseillais explicarse. Eso dice el valor del cartel, sobre todo porque ni el horario (21.10 horas) ni la fuerza del Mistral animaban a sacar las narices.
Los cerca de 57.000 espectadores fueron recompensados con un espectáculo de buena calidad entre dos equipos de confianza, el OM se quedó con siete victorias consecutivas y el Rennes con un triunfo de prestigio ante el PSG.
Pero la defensa de cinco hombres renovada por Bruno Genesio no acababa de dar la misma impresión de solidez que ante los parisinos y fue el Marsella el más peligroso en un primer tiempo en el que los de Tudor parecían muy en forma físicamente.
el tarro de Malinovskyi
Sánchez sobre un peligroso pase atrás de Majer (4mi) luego de la cabeza (17mi) o Tavares al final de un hermoso movimiento (18mi) amenazó así a Alemdar, el reemplazo de Mandanda, pero no tanto como a Malinovskyi.
Conocido por la contundencia de su disparo, el ucraniano, una vez más asentado, dio un primer ejemplo con una gran falta lanzada desde casi 30 metros y que golpeó el poste izquierdo del portero del Rennes (9mi).
Tras el descanso, el partido fue más equilibrado y finalmente fue en uno de sus momentos débiles, el primero del partido sin duda, cuando marcó OM.
Tudor satisfecho con el ‘partido serio’
El gol vino de una monstruosa aceleración de Veretout de casi 50 metros. Demasiado potente para Majer, a quien dejó muy atrás, el vicecampeón del mundo sirvió a Guendouzi, cuyo disparo, ligeramente desviado, engañó a Alemdar (59mi).
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Jugador
Luego, OM se las arregló y luego, francamente, sufrió. Privado de Mandanda, Terrier y Kalimuendo, el Rennes intentó remontar con valentía pero no fue muy peligroso hasta un disparo sobre Assignon tras una media salida de Pau López y, sobre todo, un centro de Santamaría sobre el larguero en los últimos segundos.
“Teníamos muchas ganas de pasar y estamos satisfechos. Tuvimos un partido serio en un partido tenso”, declaró Igor Tudor en una conferencia de prensa.