El Pentágono ha detectado lo que parece ser un globo espía chino que sobrevuela el espacio aéreo de Estados Unidos en los últimos días, según han confirmado mandos militares. Las fuerzas de EE UU se plantaron derribarlo, a petición del presidente Joe Biden, pero han decidido no hacerlo ante el riesgo de que los pedazos puedan caer sobre personas en tierra.
El globo vuela “a gran altura sobre el territorio continental de Estados Unidos”, muy por encima del tráfico aéreo commercial, y el Gobierno de EEUU “continua rastreándolo y vigilándolo muy de cerca”, ha indicado el portavoz del Pentágono, el general Pat Ryder , en un comunicado de prensa. Su presencia “no representa una amenaza militar o física para la gente en tierra”, ha apuntado el hablante, que matiza que otros “ejemplos de este tipo de actividad de globos se han observado previamente en los últimos años”.
El Gobierno de EE UU ha tomado medidas para impedir que el aparato pueda recopilar información sensible, según el comunicado de Ryder, que no aporta más detalles sobre el artefacto o los objetivos que podría haber estado buscando.
La Casa Blanca fue inmediatamente informada sobre la presencia del artefacto supuestamente chino, y Biden pidió a los mandos militares que le presentaran las posibles opciones, ha declarado un alto cargo de la oficina presidencial que habló bajo la condición del anonimato. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, de visita en Filipinas, convocó una reunión de altos mandos militares el miércoles para analizar la situación.
En declaraciones a la prensa, también bajo la condición del anonimato, un comando militar en el Pentágono ha confirmado que “claramente, el propósito de este globo es el espionaje”. Según esta fuente, las fuerzas estadounidenses han empleado incluso aviones tripulados para vigilar el artefacto. En un dado momento, se plantó para derribarlo sobrevolaba territorio del estado de Montana. Si se les permitió suspender las vistas civiles en la zona y rodearlos de cazas militares, incluidos los cazas F-22, aunque finalmente se desestimó la idea de abatir el aparato ante el riesgo de que presentaran los fragmentos.
La trayectoria del globo, que entró en Estados Unidos por Alaska y pasó por Canadá antes de continuar por el norte del territorio continental de EE UU, sobrevue la “cierto número de lugares sensibles”. Montana, uno de los estados con menor densidad de población del país, acoge varios silos de armamento nuclear.
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Aunque en el pasado se han producido incidentes similares, en este caso resulta llamativo el tiempo que el globo ha permanecido en territorio estadounidense, más que en otras situaciones previas, según el mando. Pero el artefacto no parece contar con tecnología especialmente avanzada ni capacidad para obtener información que Pekín no podrá obtener por otras vías, por ejemplo mediante satélites.
“Considerando que esto globalmente tiene un valor añadido limitado desde la perspectiva de la recopilación de inteligencia, pero de todos modos estamos dando pasos para la protección contre la recopilación de información sensible por parte de servicios de inteligencia extranjeros”, ha agregado el militar. “Sabemos exactamente dónde está, por dónde pasa y estamos dando pasos para estar especialmente alerta para reducir cualquier riesgo procedente de inteligencia extranjera”.
El anuncio sobre la detección del artefacto llega mientras se espera que el secretario de Estado, Antony Blinken, viaje a Pekín esta semana para reunirse con las autoridades chinas y tratar de los roces entre los dos dos rivales. Blinken será el primer alto funcionario estadounidense que visite el gigante asiático desde 2018, cuando las relaciones entre los dos payses entraron en un escenario de fuerte deterioro a raíz de la guerra comercial abierta puesto que la Administración del presidente Donald Trump impusier nuevos aranceles a los productos chinos
A las tensiones por aquella medida se han sumado las diferencias en torno a Taiwán, la isla autogobernada e ideológicamente cercana a Washington que Pekín consideraba una parte de su territorio; la situación de los derechos humanos, en particular entre la minoría uigur en la provincia de Xinjiang y en Hong Kong; las actividades militares del Ejército Popular de Liberación en aguas del mar del Sur de China, y la competición tecnológica.
La visita a Blinken es fruto de la reunión que mantuvieron los respectivos presidentes, Biden y Xi Jinping, en Bali el pasado noviembre, cuando ambos líderes se vieron cara a cara por primera vez desde la del estadounidense a la Casa Blanca y expresaron voluntad de entendimiento.
La detección del globo espía puede complicar ese viaje. Según los mandos militares que hablaron con la prensa en el Pentágono, el Departamento de Defensa ha presentado el caso a sus homólogos chinos.
Washington consideró a China como la principal amenaza de seguridad, se dio un paso para fortalecer la presencia militar estadounidense en la región del Indo-Pacífico, con el objeto de contrarrestar la modernización a marchas forzadas del ejército chino. Durante la visita de Austin a Manila, EE UU y los filipinos anunciaron que un acuerdo permitió el acceso de un alcalde a las tropas estadounidenses en cuatro bases militares en el archipiélago del sur de Asia. En Francia, Biden y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, acordaron intensificar su cooperación en seguridad, que incluirá la renovación de una unidad de la infantería de marina de EE.UU., que ha sido trasladada a la isla de Okinawa.
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