El Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 2 de Vigo ha subestimó la demanda de una vecina de Panxón (Pontevedra) contra el Concello de Nigrán, al que demande el cierre de la pista deportiva ubicada en el entorno del pabellón por las molestias que le cause el ruido de los balonazos contra la valla málica que la rodea. El actor veraneó en las proximidades de la cancha y recurrió a los tribunales contra el Ayuntamiento por su “inactividad” ante las numerosas denuncias que presentó a lo largo de los últimos cuatro años por el exceso de decibelios que preferiría pernicioso para la salud de su familia.

La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, rechaza el propósito de la peticionaria por varias razones. El juez considera que los medicamentos presentados por la afectada no ofrecen “garantías y suficiente” respeto a la corrección del ruido de fondo. En este sentido, el magistrado recuerda que la pista deportiva»no tiene un uso incesante, continuoes plus, cuenta con una limitación de tiempo que lo prohíbe entre las 22.00 y las 9.00” y añade que su utilización es “más esporádica que la circulación rodada por el vial aledaño”, por lo que “si se tolera el nivel de ruido del tráfico rodado, no hay razón para censurar, hasta la condena su presión, el ruido de la instalación deportiva”.

Así, la caída de la calificación jurídica de «desproporcionadas» las palabras del denunciante, «Puesto que persigue únicamente la supresión de la pista sin contemplar otros escenarios». En este sentido, el magistrado propone incluso soluciones. “Podría haber exigido que la condena tuviese por objeto que se adopten medidas tendientes o idóneas para minimizar el inevitable ruido. no sucedió alternativas que pueden lograr ese objetivocomo el empleo de materiales en el círculo de la vía que contribuyan a la amortiguación de los balonazos y así a la insonorización, o la colocación de una barrera vegetal, entre la vía y la propiedad actora”.

La instalación deportiva fue construido en el verano de 2019 a petición de los vecinos para facilitar a los niños del entorno un espacio al aire libre donde practicar deporte. En concreto, recuerda el alcalde, Juan González, un pequeño de la zona solicitó por escrito, con un dibujo de los planos incluido, la pista. El Concello invirtió 28.000 € en el equipamiento deportivo con pavimento de hormigón de 10×17 metros y cierre de acero galvanizado.

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Las denuncias de la vecina arrancaron nada más abrir la cancha al público. Acudió incluso a la Agencia para la Protección de la Legalidad Urbanística (APLU) para denunciar la instalación, pero las organizaciones de la Xunta también desestimó las demandadas porque no existe irregularidad urbana. Está ubicado en una zona verde en la que está permitido qualquier equipamiento público que deje espacio libre para el esparcimiento, explica el concejal de Urbanismo, Diego García Moreira.

Tanto el alcalde como el edil aseguran que desde el gobierno municipal se ha tratado de «contribuir a compatibilizar la actividad deportiva con el descanso vecinal». De hecho, aseguran que se ha regulado el horario de uso de la vía para evitar los ruidos en horario nocturno. García Moreira confirmó que estiró la metalización roja para minimizar el ruido de los balonazos.