Ley. a las 04:15

HEC


La albiceleste perdió 2-0 a la selección centroamericana con dos tantos en el último cuarto de hora

Una multitud enardecida recibió a los campeones en el estadio de River Plate y ‘La Pulga’ dijo que siempre había soñado con ese momento de gloria

«…que la mano de Leo Messitodos la vuelta vamos a dar«. Miles de gargantas se sumaron al canto que fue alguna vez anhelo y se ha convertido en realidad en Qatar. Argentina festejó en su propio territorio la obtención de la Copa del Mundo. La victoria por 2-0 contra panama fue solo una anécdota y la posibilidad de que Messi anote su gol 800. Lo importante fue la fiesta y la locura que antecedió al partido que vieron solo en el estadio de River Plate 80.000 personas. Casi 1.4 millones de hinchas se quedaron con las ganas de conseguir una entrada. La celebración tuvo de todo: música, baile, fuegos artificiales, Una vuelta olímpica de los jugadores con su familia y, por supuesto, las palabras del capitán del seleccionado nacional y del entrenador Lionel Scaloni.


Arkansas


CACEROLA

ALINEACIONES

Argentina

Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi (m.46, Lisandro Martínez), Nicolás Tagliafico (m.68, Marcos Acuña); Rodrigo De Paul, Enzo Fernández (m.59, Leandro Paredes), Alexis Mac Allister (m.46, Thiago Almada); Lionel Messi, Julián Álvarez (m.46, Lautaro Martínez) y Ángel Di María (m.59, Paulo Dybala)

Panamá

José Guerra; Iván Anderson, Edgardo Fariña (m.66, Gilberto Hernández), Jiovany Ramos, Richard Peralta, Kevin Galván (m.68, Michael Casazola); Alfredo Stephens, Irving Gudiño (m.66, Martín Morán), José Murillo (m.76, Miguel Camargo), Cristian Quevedo (m.46, Victor Medina); Ronaldo Córdoba (m.46, Omar Browne)

goles

1-0, m.77: Thiago Almada. 2-0, m.87: Lionel Messi

Árbitro

El uruguayo Christian Ferreyra está acompañado por Kevin Galván, Edgardo Fariña y Miguel Carnago

aspectos

Partido amistoso disputado en el Estadio Antonio Vespucio Liberti ‘Monumental’ de Buenos Aires

No formaba parte de la tradición deportiva argentina que, tras un campeonato obtenido, los jugadores tomaran el micrófono y dialogaran con el estadio. Eso se ha aprendido de lo que sucedió con las consagraciones del Barcelona. El ritual ahora se ha instalado en este país con el Mundial a cuestas. «No se que voy a decir«, Se sinceró Messi, mientras la multitud en las gradas coreaba su número y alzaba los brazos. Leo agradeció el cariño y grabó que, antes de viajar a Qatar se habían comprometido a hacer lo imposible para lograr la hazaña. Y ocurrió lo deseado.

«Siempre soñé con este momento«, reconoció Messi,»el heroe sin rencor«, como lo definió el diario ‘La Nación’. Los días de desconfianza, críticas ácidas y hasta desprecio de una parte de los comentarios deportivos han quedado en el pasado. Hasta porque esta sospecha o animación nunca existió. Y Messi disfruta, sin olvidar del todo Por eso le dedicó también la Copa a las selecciones que él integró y que quedaron a paso de la gloria, como en Brasil 2014, cuando se perdió por un gol ante los alemanes. Ellos merecen el respeto y el reconocimiento», dijo, con la cabeza puesta en Javier Mascherano y Gonzalo Higuain, entre otros. Los hinchas aplaudieron.

Scaloni no pudo contener las lágrimas. Su tránsito del desprecio a la admiración es también digno de película. Casi nadie confiaba en sus condiciones y en la actualidad es considerado un estrato. «La Scaloneta la puta que lo parió«, come to cantar la hinchada y los jugadores se sumaron de inmediato. «Ver a ustedes así es algo que no tiene precio», dijo el entrenador. Al igual que sus jugadores, recibieron una réplica de la Copa del Mundo.

«Muchachos»

«No te lo puedo explicar / Porque no vas a audition / Las finales que perdimos / Cuantos años la lloré». Los jugadores salieron a la cancha con la canción ‘Muchachos’ de imponente trasfondo sonoro. Ningún hincha se privó de cantarla. Hasta los mismos jugadores lo hicieron también después del partido, cuando comenzaron los festejos.

El reencuentro de los integrantes del equipo campeón con los argentinos no hizo más que prolongar la fiesta que tuvo su pico de agarabía apenas concluyó el partido contra Francia. Messi pudo averiguar hasta qué punto el Mundial atravesó emocionalmente a un país en medio de una furibunda crisis economica y social. Su nombre y el de diego maradona fueron invocados a lo largo del partido. Ya no como partes irreconciliables sino como una síntesis apasionada que simbolizan las tres estrellas que se han estampado en las camisetas del seleccionado. Hombres, mujeres y niños la visitaron en la noche del jueves como señal de identificación absoluta.

Los jugadores cantaron el himno nacional como si volviera a contestar la final con Francia. Dibu Martínez, el portero estrella de la selección, dejó que su rostro se empañara de lágrimas. Y Messi, acusado tiempo atrás de no entonar la canción patria, abrió bien la garganta para dar claras señales de su pertenencia.

Haciendo cola por Messi

El partido no podía sustraerse de la locura previa. Unas 400 personas llegaron al estadio y descubren que las entradas que habian adquirido eran falsas. Las scenas de llantos de los niños formaban parte de la trama emocional que rodeó al partido. Decenas de personas intentaron entrar al estadio por la fuerza y ​​fueron repelidos por la policia. El propio Scaloni dijo que, si fuera por ellos, jugarian un partido en cada provincia para agradecer tanto amor. Recorrerían el país y repetirían el mismo festejo. Pero hubo uno solo y presenciarlo fue un privilegio de pocos, si se tiene en cuenta cuántos argentinos se resignaron a ver el festejo por televisión. Dibu Martínez admitió que solicitó 120 entradas para toda su familia. Lo mismo sucedió con otros jugadores y directos.

Así que bien el partido ante Panamá resultó apenas una excusa, puso en escena el peso de la idolatría global hacia Messi. Una vez finalizado el encuentro, los jugadores centroamericanos hicieron cola para que los mejores del mundo los estamparan una firma en su camiseta o posara sonriente para una foto.