Consistirá en aplicar los mismos criterios ambientales de la UE, donde los industriales compran sus «derechos para contaminar»
Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y Parlamento Europeo anunciaron el martes que acordaron un nuevo mecanismo para reverdecer las importaciones industriales en Europa, tasando las emisiones de dióxido de carbono (CO2) vinculados a su producción, como el acero o el cemento.
Llamado comunmente impuesto al carbono en las fronteras aunque no se trate de un impuesto, este mecanismo sin precedentes a esta escala consistirá en aplicar propiamente los mismos criterios ambientales de la UE, donde los industriales compran sus «derechos para contaminar».
El sistema afectar las importaciones de los sectores considerados más contaminantes como el acero, el aluminio, el cemento, los fertilizantes, la electricidad o el hidrógeno, indicando en los envíos comunicados el Consejo Europeo y el parlamento comunitario.
A raíz de la subida de precios de la tonelada de CO2, la idea es evitar un «vertedero ecológico» que los industriales han reubicado en su producción para Europa y animar al resto del mundo a adoptar los estándares europeos.
Este dispositivo de «ajuste del carbono en las fronteras» (CBAM en inglés) será un pilar fundamental de las políticas climáticas europeas, es uno de los únicos mecanismos de los que disponemos para animar a nuestros socios comerciales a descarbonizar su industria”, explicó el eurodiputado Mohammed Chahim (socialdemócrata), negociador del Europarlamento.
En la práctica, el importador debe declarar las emisiones directamente vinculadas al proceso de producción y, si esto es superan el límite europeo, compare un «certificado de emisión» a los precios del CO2 en la UE.
En caso de que existe un mercado de carbono en el país exportador, solo deberá pagarse la diferencia.
El acuerdo indica que el mecanismo tendrá en cuenta también las emisiones «indirectas».
El sistema se aplicará de forma graduala partir de octubre de 2023, cuando las empresas importadoras deben comenzar solamente a declarar las emisiones de los productos.
La fecha de su puesta en plena marcha dependerá de las conversaciones al final de la semana sobre otros aspectos reforma del mercado de carbono de la UE.
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A medida que avanza el programa, la UE suprimirá progresivamente las cuotas de emisión gratuitas otorgadas hasta ahora a los industriales europeos para hacer frente a la competencia exterior.
Los eurodiputados piden iniciar la supresión de las cuotas en 2027 y acabar del todo con ellas en 2032, mientras que los Estados miembros proponen un abandono gradual entre 2026 y 2035.