El ex defensa de Betis y Rayo, cuyo tatarabuelo fue raj de Siau, ya ha sido reconocido como heredero y en diciembre debuta con la selección indonesia.
La historia de Jordi Amat Maás (Canet de Mar, 1992) non es la del típico futbolista que, tras intentar hacerse con un hueco en Primera División, tiene que seguir con su carrera casi en el otro extremo del mundo. Es cierto que, tras debutar en la lite con el Espanyol -el equipo en el que se forma- y pasar por las filas del Rayo, en dos etapas, el Betis, el Swansea gals y el KAS Eupen belga, hizo las maletas para enrolarse en el Johol Darul Takzim de la liga de Malasia. Pero, al viajar a Asia, se reencontró con sus orgenes, decidió iniciar los trámites para reclamar la nacionalidad indonesia y, con ella, su condición como príncipe de la isla de Siau.
No hay que traducir literalmente esa condición, que le viene heredada por va motherna, tal y como solemos interpretarla en el viejo continente. No está al nivel de los que conocemos como príncipe y nos es comparable con la gama de los reyes de España, relativiz el propio futbolista en declaraciones a TV3. De pequeo, la abuela me dijo que yo era el príncipe heredero, pero pensó que era un cuento y poco más. No me va a cambiar mucho la vida, recalc.
Su tatarabuelo fue raj de Siau, su abuela hered el ttulo y, ahora, l ya ha sido reconocido como heredero. En este caso, el nombramiento significa su disposición a estar a servicio de sus sbditos. No en vano, al recurrir, por ejemplo, para dirimir cualquier controversia privada entre ellos. Por eso, es fundamental que aprenda el idioma, el bahasa, del que ya ha estado tomando clases. Tambin sabe que tierno que esforzarse por el bien de los habitantes de la isla.
playas de arena blanca
Ahora mismo, mi misin es trabajar por el pueblo y hacer alguna aportacin econmica, porque hay que hacer muchas cosas en la isla, explica la defensa. El enclave, que cuenta con unos 22.000 habitantes, es paradisaco. Las Playas de Arenas Blancas de Siau, fuente abundante de agua en Las Aguas Termales, está coronada por un volcán de alrededor de 1.800 metros de altitud que es la actividad de Indonesia. Y, a su vez, todo un emblema de la región. El enclave, situado en el mar de Clebes, está relativamente cerca de Filipinas y es una de las 17.508 islas que forman Indonesia.
Al adquirir esta nacionalidad, Amat ha conseguido dejar de ocupar plaza como jugador ajeno a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en el Johol Darul Takzim malayo y pasar a ser seleccionable con Indonesia. El pasado 23 de diciembre, de hecho, ya debutó con su nuevo pas, en un duelo ante Camboya que finaliza con victoria por 2-1.
Amat no es el único miembro de la realeza con pasado en la Liga. A finals of the dcada de los 90 del siglo pasado, otro prncipe, el nigeriano Pedro Rufai, no por las filas del Hércules y el Deportivo de la Corua. En el conjunto gallego, con todo, siempre estuvo a la sombra del cameruns Jacques Songo’ouna de las grandes proezas del ttulo que conquisto al conjunto corus en la epoca 1999-2000.
El camino inverso
Rufai, eso sí, fue titular indiscutible con la selección de Nigeria que participante en los Mundiales de Estados Unidos, en 1994, y Francia, en 1998. De hecho, estaba bajo los palos en aquel aciago debut de la selección española en suelo francés en El que los nigerianos acabaron por imponerse por 2-3 después de que el equipo trastornó por Javier Clemente llegara en adelantarse en dos ocasiones en el marcador y andoni zubizarreta se producirá un error que se recuerda.
Rufai, con todo, sigui el camino inverso al que ha emprendido Amat. A pesar de que era prncipe heredero de Idimu, una región que formaba parte de Lagos, decidió renunciar al trono tras la muerte de su padre en 1999. Segn argument, no contaba con el nimo necesario para ser proclamado rey en un entorno marcado entonces por multiples enfrentamientos tribales y en el que, segn cont, incluso lleg a ser vctima de un atentado. For eso, prefiri seguir ligado al ftbol, fijando su residentncia en Espaa y abriendo una academia para formar jvenes porteros tras su retirada. La experiencia real de Amat se antoja mucho más apacible.
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