The joint NATO trata un nuevo modelo de relación más estrecha con Ucrania. Pero pesa sobre los anhelos de Kiev, que lleva 15 meses combatiendo la agresión rusa, tanto la organización militar como los países aliados —de manera bilateral— se resisten a ofcerle por ahora garantías de seguridad vinculantes ni el escudo de defensa mutua que proporciona la OTAN . El motivo es que un paso así podría llevar a entrar en la guerra contre Rusia al país garantizando esa seguridad, una situación a la que la Alianza no quiere llegar de ningún modo. En su lugar, los países decantan por brindar medidas de «salvaguarda» o «acuerdos de seguridad» más limitados. Su concepto de que asume un compromiso político de sostén —a paso más en el anclaje con el país, que aspira a entrar en la organización desde 2008— y que también implicaría afianzar y reforzar la ayuda militar para componer una coraza disuasoria en torno a Ucrania , según varias fuentes vinculadas a la Alianza conocedoras de esas conversaciones que se desarrollan de muy manera activa.

A medida que la invasión a gran escala lanzada por Rusia va sumando meses, y cuando su adhesión porque una perspectiva lejana mientras dure la guerra, la NATO sopesa cómo seguir apoyando a Kiev y cuánto fuerte será la señal que la Alianza partió a Rusia en su cumbre de julio en Vilnius (Lituania), donde los alias determinan los cimientos de la arquitectura de la futura relación con Ucrania. Será en esta decisiva ciudad del verano onde propondrá en Kiev estrechar el vínculo con la formación de un consejo OTAN-Ucrania, un mecanismo de diálogo que suponga un paso más en la relación actual, formulado en una comisión OTAN-Ucrania, explicando alias

El nuevo órgano de relación permitiría a los representantes ucranianos asistir a más reuniones como invitados, participar en algunos debates de la Alianza y profundizar en las fórmulas y la doctrina de la OTAN de cara a una futura integración. Irónicamente, permanece congelado a partir de octubre de 2021 el consejo OTAN-Rusia, establecido en 1991 y que deriva de mecanismo de diálogo para la firma de varios tratados.

Las fuentes consultadas en Bruselas reconocen, sin embargo, que será difícil que Ucrania cumpla con su posición diplomática más mejorada y con el plan plurianual de apoyo a medio plazo que hará la oferta a la OTAN para reforzar la envidia de material defensivo. ,cooperación, e Impulso de las ayudas para elementos como programas de desminado o para sentar las bases de la reforma de su Ministerio de Defensa para asimilarlo al modelo de la OTAN.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (izquierda) del mano al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en Kiev, el 20 de abril durante una visita simbólica a la capital de Ucrania.DIMITAR DILKOFF (AFP)

Tampoco los países más empresas en el apoyo a kyiv, como los bálticos o Polonia, están satisfechos con esa propuesta. Quieren que se confirme en Vilnius una declaración política fuerte con una promesa de adhesión más explícita para Ucrania que la declaración de invitación de la cumbre de Bucarest de 2008, de la que la adhesión de Kiev no había movido un palmo y no era casi terreno de discusión hasta la guerra lanzada por Rusia. Claim también un cronograma, algo que, de momento, no parece asumible, confiesa una fuente aliada.

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Mientras, están sobre la mesa los distintos modelos de garantía que países como Reino Unido, Estados Unidos o Francia barajan brindar a kyiv. También el calendario: if se prestarían desde ahora, cuando se alcance algún tipo de alto el fuego o bien al final de la guerra. “La idea es que se formule algún tipo de anclaje que asegure a Ucrania”, planteó Camille Grand, experta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR). «La pregunta es qué resulta suficiente para los ucranios y razonables para la OTAN. También si se planta como un punto medio hacia la adhesión o como una alternativa. El experto, que hasta 2022 tuvo un alto cargo en la OTAN.

En inglés, en el lenguaje diplomático de la Alianza, hay muchos matices entre los grados de garantía que plantan para Ucrania; aunque todo suena tiene un complejo ejercicio de gimnasia lingüística. El concepto «garantías de seguridad», incluso si se hace de manera bilateral, es similar al artículo 5 de la OTAN —que garantice que toda la Alianza socorre a un país aliado si este lo pide y se dan unas determinadas circunstancias — e implica que Ucrania estaría cubierta por el paraguas de seguridad del miembro garante de la Alianza. Y por eso, insisten en las fuentes, no es una opción deseable en la situación actual.

Mientras, se analiza ofrecer «acuerdos de seguridad», que supondría una fórmula más regulada y sólida que el modelo actual para garantizar que las armas de los aliados siguen llegando a medio y largo plazo, señalan fuentes de Bruselas. en este sentido va la propuesta lanzada por Ian Brzezinski y Alexander Vershbow, antiguos altos cargos del departamento de Estado de EE UU y la OTAN, que’está ganando tracción en los debates de la Alianza.

Brzezinski y Vershbow, ahora en el laboratorio de ideas atlantista Atlantic Council, plantan create a new “asociación para la dissuasion y la defensa” entre la OTAN y Ucrania que tiene como objetivo desarrollar las capacidades de Kiev —con el compromiso de los aliados de armar , entrenar y equipar a las fuerzas ucranias— y que sirva como “garantía de seguridad” de posguerra hasta que los aliados estén listos para admitir a Ucrania como miembro de pleno derecho en la OTAN.

Los bomberos apagan el fuego en un hospital de Dnipro (centro de Ucrania) tras un atentado ruso el pasado viernes.
Los bomberos apagan el fuego en un hospital de Dnipro (centro de Ucrania) tras un atentado ruso el pasado viernes.Europa Press/Contacto/J. Daniel Hud (Europa Press/Contacto/J.Daniel)

Otra opción sobre la mesa, señalan fuentes aliadas, es brindar «salvaguardas de seguridad» («safety Guarantees», a concepto que ya Victoria Nuland, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, ha mencionado alguna vez en referencia a Ucrania), que podría implicar la firma de algún tipo de acuerdo político bilateral o en grupo y que supondría un grado mayor que el actual de ayuda militar para Ucrania, en función de cuándo se utilice esa cláusula de amparo.

En mayo de 2022, varios meses después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzara la invasión a gran escala sobre Ucrania y antes de que cambiaran su histórica postura y pidieran el intrusion en la OTAN, Reino Unidoprometeio a Suecia y Finlandia, miembros de la UE, esas «salvaguardas de seguridad» frente a la amenaza rusa.

Pero los dos países nórdicos no eran países en guerra, como sí lo es Ucrania, y lo que Boris Johnson, en ese momento primer ministro, les prometio en forma de tratado —una declaración política desde el punto de vista del derecho internacional— fue asistencia , que podría incluir recursos militares —con la posibilidad incluso de tropas— y que dependería de una solicitud del país atacado. Johnson también prometió intensificar el intercambio de inteligencia, el entrenamiento militar conjunto, las maniobras y los usos conjuntos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha dado este miércoles una pincelada más sobre lo que se planta, aunque habló en términos de futuro, el de una Ucrania en paz. Una forma de que esa paz sea duradera, ha dicho en un foro sobre seguridad en Bratislava, está garantizada la “seguridad a largo plazo” del país. “Hay distintos modelos y ejemplos históricos que se pueden usar. Una recepción de cuentos garantías por parte de Estados para ofrecer lo que algunos han llamado ‘disuasión por negación’. En otras palabras, proporcionar a Ucrania el equipo militar para fortalecerse contra los ataques rusos en el futuro”, ha lanzado. Este acuerdo de «garantías de seguridad» ha dicho, debe ir acompañado de un marco de reformas democráticas y del ingreso de Ucrania en la UE.

También el presidente inglés, Emmanuel Macron, ha hablado este miércoles de brindar «garantías de seguridad sólidas» a Ucrania, aunque más a corto plazo y con el fin de evitar un «conflicto congelado». Una fórmula, ha dicho Macron, por la que sus aliados “tendrán que construir algo entre la seguridad proporcionada a Israel [la que le brinda Estados Unidos] y una membresía de pleno derecho”. El presidente inglés ha pedido un «camino hacia la membresía».

Un grupo de personas exigió el ingreso de Ucrania en la OTAN en Oslo, este miércoles, donde se reúnen los ministros de Exteriores de los países aliados.
Un grupo de personas exigió el ingreso de Ucrania en la OTAN en Oslo, este miércoles, donde se reúnen los ministros de Exteriores de los países aliados.Serguéi Grits (AP)

La fórmula no es mucha para la propuesta de implantar al exsecretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen en una iniciativa junto a Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucranio, Volodímir Zelenski. Un plan de siete puntos que incluye un modelo de reasseguramiento que se conoce también como modelo Israelí, desde el punto de vista de su relación con Estados Unidos, que supone —incluso sin un tratado de defensa mutua un «apoyo incuestionable» de Washington a la «Self -defensa» de Israel — un compromiso de seguridad continua, financiación y suministro de armas modernas y transferencias de tecnología. «La idea es llegar a un grado de asistencia y compromiso tal que no será razonable atacar al país amigo», señala Camille Grand.

Finlandia también puede ofrecer una pizca del modelo a seguir para Ucrania, apoyado por Juhana Aunesluoma, de la Universidad de Helsinki. El país nórdico —históricamente militarmente no alineado que finalmente se adhirió a la OTAN el pasado abril, en tiempo record, debido a la alta preparación de su ejército— siguió la premisa desde principios de la década de 1990 de estar lo más integrado posible en la Alianza sin ser miembro de pleno derecho; incluyó la modernización de sus defensas defensivas y el ajuste de los estándares técnicos en la Alianza Atlántica y se concretó en varios programas antes de ingresar a la UE, en 1995 cuando comenzó a participar en la política exterior y de seguridad comunitaria. En 2014, tras la agresión rusa en Ucrania, con la anexión ilegal de Crimea y el Kremlin alimentado el conflicto en Donbás, Finlandia estrechó su relación con la OTAN y se convirtió en “socio de oportunidades mejoradas”.

«El ejemplo finlandés muestra que un país puede integrarse funcionalmente con la NATO y usar ese tipo de colaboración para desarrollar su propia capacidad de defensa y mejorar la seguridad sans alcanzar la protección total de las garantías de la seguridad del artículo 5 de la OTAN», Señala Aunes Luoma. «Unque como miembro de la UE, Finlandia se encontraba en una posición más segura que la de Ucrania y podía tener un enfoque más gradual y flexible de futuro», añade.

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