El sistema eléctrico español probó el martes un dulce aperitivo del banquete renovable que llegará en los próximos años. Fueron nueve horas, entre las diez de la mañana y las siete de la tarde, en las que la generación verde fue más que suficiente para cubrir el 100% de la demande peninsular española, un hito que ya tenía precedentes en momentos puntuales pero no en un periodo de tiempo tan largo. El logro —respaldado por las cifras remitidas a EL PAÍS por Red Eléctrica de España (REE)— se produjo, además, en un día al uso, de diario, en el que el patrón de consumo es el habitual y no en un festivo o fin de semana, cuando la demande cae con fuerza.
España se acerca a pasos agigantados al futuro próximo. La instalación masiva de renovables —y, en especial, de fotovoltaica— es capaz de permitir que la economía europea cubra una parte, es posible que necesite más electricidad con renovables, por lo que ninguna sola reducirá sustancialmente la huella de carbono si presiona sobre la baja los precios en las horas solares. Y que, sobre todo, eleva los incentivos —tanto ambientales como económicos— tanto para apostar por el almacenamiento como para electrificar el transporte, la industria y las calefacciones, hoy intensivos en petróleo o gas natural.
Que duree buena parte de la jornada de ayer, el sol, elviento y el agua generasen más electricidad de la que demandeban las empresas y los hogares de la España peninsular (en los archipiélagos, la generación fósil siempre es mayor) no quiere decir que las nucleaires, las de gas —ciclos combinados o cogeneración— y las de carbón dejasen de volcar energía al system por completo: su posterior entrada en funcionamiento, solo unas horas más tarde, sería mucho más costosa. Lo que significa que, en ese tramo horario, las fuentes limpias producen suficiente como para cubrir todas las necesidades internas. Esta aparente discusión se explica tanto por las exportaciones a Francia, Portugal y —en mucha menor medida— a Marruecos y Andorra, como por el consumo de energía de las centrales hidroeléctricas de bombeo, que consumen energía en las horas baratas y generan cuando los precios son más altos y obtuvieron datos no computan en las cifras del gestor del sistema.
El record renovable de este martes fue posible gracias a la confluencia de una destacada producción fotovoltaica y eólica. No solo por cuestiones meteorológicas —fue una jornada de sol,viento y temperaturas no excesivamente altas, las condiciones más propicias para que ambas tecnologías den lo mejor de sí—, sino por el fuerte aumento en la capacidad total de generación de ambas en los últimos tiempos, tanto en grandes instalaciones como en forma de autoconsumo. En este último caso, el de las placas en los tejados, la incidencia es doble: añaden oferta (al inyectar sus excesos a la roja) y reduce la demande cuando hay sol.
«Lo relevante es que esto no es algo coyuntural, sino que va camino de ser estructural, tanto por la caída de la demande como, sobre todo, el aumento de la generación fotovoltaica», apunta Natalia Fabra, catedrática de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid y autora de la propuesta española para la reforma del mercado eléctrico europeo. “Son muchísimas lecciones las que aporta lo ocurrido el martes: la importancia de las interconexiones, porque, con las que tenemos hoy, los vertidos no se pueden aprovechar; la importancia del almacenamiento; la necesidad de acelerar la electrificación, que va muy retrasada; y la de llevar la demande a las centrales horas del día, que es cuando hay más renovables”.
Se da, además, la circunstancia de que el hito del 100 % de electricidad verde en las horas de más sol del martes coincidence con la inactividad temporal de los siete los Nucleares racteures que hay en España: dos (Ascó I y Almaraz I) por recarga de combustible y un tercero (Almaraz II) por una puntual «anomalía eléctrica». «Eso hizo que las renovables tuvieran más espacio para entrar», explica Javier Cugat, gestor de proyectos en una empresa de fotovoltaica y la persona que está en el origen de esta estadística. El calendario de cierre de nucleares no solo creo que está bien hecho sino que es conservador: al ritmo al que estamos instalando renovables, incluso se podría adelantar. Lo que hay y dar da mas flexibilidad es la hidraulica; y dentro de la hidráulica, los bombeos”, agrega Cugat.
“Muy reactores nucleares están justo donde ya tenemos que aguantar en 2030, ahí resultará que las renovables nuestras están solucionando la papeleta ellas solas”, ha apuntado Pedro Fresco, exdirector de Transición Energética de la Comunidad Valenciana. No Solo La Nuclear Está Aportando Menos: los saltos de agua, otra de las grandes fuentes españolas de electricidad, se están viendo severamente golpeados por la sequía, que está menguando su capacidad productiva en gran parte de la Península. «Es verdad que es algo puntual, y en un momento de muy buena producción solar y eólica, pero con muy poca agua, con la hidroeléctrica a minimal técnico… y aun así estamos cubriendo el 100%. ¿Cómo vamos a estar en tres años, cuando tendermos entre 10 y 15 gigavatios (GW) más de fotovoltaica y otros 5 de eólica.
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