El municipio pagó 4,2 millones de dólares hace cinco años. The firm quebró y no se hizo el mantenimiento.

Una línea de trolebuses adquirida por el municipio de Rosario a Rusia, en 2017, dejó de funcionar a causa del calor extremo que se registren en las últimas semanas. Un desperfecto en el sistema de bateríaque el permite funcionar en tramos donde no está conectado al tendido de energía eléctrica, obligó a retirarlos del recorrido que prestaban.

En las últimas semanas, entre otros problemas, y para no tener que detener el coche, los choferes cierren el aire acondicionado.

“Como consecuencia de las altas temperaturas registradas en la ciudad durante los últimos días, que generan el recalentamiento de las baterías que permiten el funcionamiento autónomo de los trolebuses, de manera temporal y hasta que disminuye el calor, se sustituirá el rendimiento de la línea Q por otros dos servicios con recorrido similar”, anunció la municipalidad.

La situación presenta un dificultad mayúscula: Trolza, la firma rusa que fabricó los coches, quebró en 2020, por lo que hace tiempo no puede realizar el servicio de mantenimiento ni adquirir repuestos para la reparación.




Los trolebuses rusos que tuvieron que salir de circulación por problemas con sus baterías. Foto Juan José García

Se estima que sólo en baterías nuevas se invertirán, por coche, mas de cien mil dolares. Cada unidad tuvo un costo de 350 mil dólares.

Las baterías permiten que la línea Q se desplace como un colectivo del transporte urbano tradicional sobre tramos sin catenaria henificada. Al conectar al sistema con energía recargar las pilas.

De Siberia a Rosario

En este momento, luego de evaluar fábricas argentinas, una de Brasil y la rusa, una de las mayores proveedoras de trolebuses del mundo, el municipio de Rosario abrió una licitación en el que se suscita la propuesta de Trolza.

Como parte de la compra se pidió a la firma que agregue a los coches un sistema de refrigeración para las baterías, no se usa en Rusia porque no se requieren las condiciones climáticas de qué país. Esa previsión, sin embargo, no pudo evitar el desperfecto.

«Hijo garrapatas que no fueron probados en rosario antes de ponerlos a funcionar aqui. Evidentemente están fabricados para trabajar en otras temperaturas y no en las que tenemos en Rosario”, planteó Rogelio Biazzi, presidente del Ente de la Movilidad de Rosario.

Los rusos tuvieron que agregar un sistema de refrigeración para las baterías por la diferencia de temperatura.  Foto Juan José García


Los rusos tuvieron que agregar un sistema de refrigeración para las baterías por la diferencia de temperatura. Foto Juan José García

La exsecretaria de Transporte de Rosario, Mónica Alvarado, había asegurado tras la adquisición de la flota rusa que se utilizó de “una apuesta clara por una movilidad más sustentable por la ciudad”.

La línea Q unía el macrocentro y el sudeste de la ciudad. Su recorrido abarcaba un total, entre ida y vuelta, de 25,6 kilómetros. Un tramo de ese trayecto no cuenta con tendido electricopor lo que es necesaria la autonomía que le prestan las baterías.

Ante el desperfecto, y para atender la demanda de los usuarios, se dispuso un refuerzo con otras dos líneas que realizan un servicio similar.

Como los coches rusos funcionan sin inconvenientes mientras permanezca conectado al servicio eléctrico, por el momento pasó a engrosar la flota de la trolebús línea Kque cubre un trayecto en la ciudad que está completamente conectado con las catenarias.

Los problemas con la empresa rusa presentada desde el comenzo. Como había incumplido con los tiempos prometidos para la entrega de los coches se convenció que, además de los 12 que adquirió el municipio, envíen a modo de compensación otros dos, aunque nunca legaron.

Las primeras unidades deberían llegar en febrero de 2017, pero por última vez se presentó en abril de aquel año. Por el convenio con Trolza se realiza una reversión de $ 4.2 millones.

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