Si bien las quiebras bancarias en los Estados Unidos se han cernido sobre el espectro de una crisis financiera mundial, en particular la del Silicon Valley Bank (SVB) el 10 de marzo, el mercado de bonos convertibles parece estar convirtiendose gradualmente en el favor de los inversores en Europa.

El índice de referencia de estos productos financieros en la zona euro, el Exane ECI Euro, ha caído casi un 5% desde principios de año. Este desempeño puede explicarse por la naturaleza híbrida de los bonos convertibles, lo que los convierte en un medio de inversión relativamente atractivo para todos los ahorradores que buscan un compromiso entre seguridad y rendimiento.

Los bonos convertibles (CB) teóricamente permiten a los inversores la posibilidad de beneficiarse del potencial de rendimiento del mercado de acciones mientras los protegen contra una caída en el mercado de valores a través de su componente de bonos. Según Ewen Picaud, gerente de Prevaal Finance, “Este instrumento financiero puede ser considerado como un título de deuda (bono) emitido en el mercado por una empresa, con opción de conversión en acciones de la empresa emisora”.

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En términos concretos, al igual que para un bono tradicional, el BC distribuye ingresos regulares a los inversores hasta la fecha de rescate final del bono. Con especificidad: “El potencial de rendimiento del bono convertible reside en la opción de conversión”, dice Nicolas Schrameck, codirector de la división de convertibles y crédito de Ellipsis AM. Otorga a los inversores el derecho de convertir, a su conveniencia, sus valores en un número determinado de acciones de la sociedad emisora ​​a lo largo de la vida del CB, a un precio fijado desde el inicio.

Un perfil de riesgo particular

Este precio suele ser entre un 20% y un 40% superior al precio de mercado de valores vigente en el momento de la emisión del bono convertible. En consecuencia, si el precio de la empresa emisora ​​aumenta, el precio de su bono convertible será impulsado mecánicamente al alza.

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Por el contrario, si el precio de las acciones de la empresa emisora ​​responde, esta opción de conversión entonces no tendrá ningún valor. Por lo tanto, el valor del bono convertible se reducirá simplemente a su parte obligada. Pero, en este caso, el riesgo de pérdida de capital es limitado, “a menos que el emisor no pueda pagar su deuda a su vencimiento”dice Ewen Picaud.

Debido a este perfil de riesgo particular, los bonos pueden atraer a los inversores que buscan oportunidades en los mercados de valores, sin exponerlos a los altibajos del mercado de valores, «como lo demuestra la reciente corrección bursátil tras la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos», subraya Ewen Picaud. Otra ventaja: “El mercado de bonos convertibles es muy atractivo hoy en día, dada la subida de tipos de interés en los mercados financieros que ahora les proporciona una mejor remuneración”agrega Nicolás Schrameck.

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