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Lo hizo a menos de un mes del arranque del año y salió con su firma y el del jefe de Gabinete, Juan Manzur. L’entregaron 2.400 millones al secretario de Comercio para el control de precios, entre otros repartos.
A menos de un mes del arranque del año y con el Presupuesto 2023 aprobado y definido, el Gobierno, con la firma del ministro de Economía, Sergio Massa y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, Dispuso una modificación en los gastos mediante una resolución publicada el jueves en el Boletín Oficial.
Entre las lecturas hay sorpresas y beneficiados. Uno de los que más fondos extra recibió es el secretario de Comercio, Matías Tombolini, quien recaudó $2.400 millones para el control de precios. Es una suma millonaria y no está claro a qué se destinará.
Tombolini proviene de una fuerte polémica luego de qu’autorizara a que el gremio de los camioneros dirigida por Hugo y Pablo Moyano se sumen al control del programa Precios Justos en los supermercados. A cargo de esa tarea quedó el directente transportador del área de Logística, Oscar Borda, quien tiene antecedentes violentos.
Borda es un alias poco convencional de Moyano y se ha unido a los centros de distribución de varios supermercados junto a un grupo de camioneros para sopesar que no hay una norma que los trague por estos defectos.
Tras el escándalo, el propio Tombolini respaldó la tarea de los camioneros e incluyó dijo que se iban a sumar otros gremios.
Hubo fuertes críticas a la medida de la oposición y rechazo de los sectores empresarios que vieron en la movida de Tombolini un apretón directo.
Pero hay más sorpresas en la lectura del Presupuesto que autorizaron Massa y Manzur. Aparecen una serie de universidad que recibiran nuevos fondos en el arranque del año, algunos controlados por el kirchnerismo. Aunque también está la UBA, donde el diputado de la UCR Emiliano Yacobitti, es vicerrector. Yacobitti tiene una muy buena relación con Massa.
De origen radical, es parte de Evolución, el partido de Martín Lousteau, y fue una pieza clave para que el Gobierno pueda aprobar el Presupuesto 2023 el año pasado. Su block de deputados radicales de Evolución fue el que dio el quórum para que se pueda sesionar y luego votó a favor de la norma que envió Massa al Congreso.
Este día Yacobitti justifica el apoyo de su sector y dijo que tener el Presupuesto “evita discrecionalidad en la distribución de los fondos”.
Este primer reparto discrecional favorece a UBA va en contra de sus propias afirmaciones.
La UBA, que dirige Ricardo Gelpi, otro radical y responde a Yacobitti, recibió 1.150 millones de dólares.
En el listado aparecen otras universidades más vinculadas al kirchnerismo. Se trata de las que fueron creando en el conurbano y que muchas veces funcionan como cajas de la política.
La de Lomas de Zamora, controlada por Diego Molea, ex consejero de la Magistratura y aliado de Massa, recibió 580 millones de dólares. El de San Martín costó 550 millones de dólares y el de José C. Paz. Ubicado en el municipio del cacique histórico del conurbano Mario Ishii, se beneficiará con $500 millones.
La Universidad de Hurlingham recibe 500 millones de dólares, la de La Matanza 470 millones de dólares y la de Moreno 250 millones de dólares.
Los números para las instituciones del Conurbano contrastan con los que reciben la Universidad Nacional de Córdoba que tiene mucha más historia, plantel docente y cantidad de alumnos que las ubicadas en la Provincia de Buenos Aires. Recibe 500 millones de dólares, los mismos fondos que la de Hurlingham y menos de los que embolsará la de Lomas de Zamora, controlada por un aliado de Massa.
Massa también destinará, dentro del Ministerio de Economía, fondos para “fomento al desarrollo tecnológico”. Sus otros $2.400 millones -la misma cifra que recibirá Tombolini- y esos fondos pueden ser transferidos a “instituciones provinciales o municipios”. Es practicamente una caja millonaria de la que se pueden beneficiar las intendencias.
En total, el Ministerio Propio, Massa con la firma del jefe de Gabinete, lo destinó por 7.523 millones de dólares.