Los habitantes de los 947 municipios catalanes están convocados ise domingo a las urnas, pero un 20% de la población no votaremos por razón de edad. Yes que los adultos nunca piensan que los niños y los adolescentes tenemos una opinión válida hacia las cosas que nos fallan, como son las políticas públicas. Afortunadamente, la Convención sobre los Derechos de los Niños de Naciones Unidas nos devuelve nuestro derecho político a la participación, recordando que nosotros disponemos de un parecer único y tenemos derecho a que los adultos escuchen nuestra voz. Pero lamentablemente, la sociedad no está preparada. Por el simple hecho de tener una edad concreta, no disponemos de un derecho tan importante como es el derecho al voto.

Ya desde finales del siglo pasado hay municipios que disponen de Consejos Consultivos de la Infancia y la Adolescencia, espacios donde niños y niñas de las escuelas e institutos del municipio nos reunimos para hablar de temáticas concretas que nos preocupan y nos infantiles.

En 2014 creó el Consell Nacional dels Infants i els Adolescents de Catalunya (CNIAC)un órgano colegiado de la Generalitat de representantes de todos los ayuntamientos puede trabajar en cuestiones más estructurales, promover la participación de los jóvenes, niños pequeños y adolescentes en la vida pública, así como garantizar nuestras necesidades y beneficios.

Todos los autores y autoras de este artículo hemos formado parte del CNIAC en algún momento de nuestra vida, desde los inicios hasta la actualidad. A través de un proceso de creación colectiva acompañado por Save the Children, hemos redactado juntas un capítulo denominado «Crecer participante. 9 años de experiencias del CNIAC» para la obra colectiva «Participación social de las niñas, niños y adolescentes: Guía de buenas prácticas para su desarrollo» coordinado por la Universitat Politècnica de València y que se publicará el próximo otoño. La redacción del capítulo, realizada a cabo entre los meses de febrero y marzo de este año, fue mucho más que un grupo de miembros y exmiembros del CNIAC escribiendo sobre participación: fue un encuentro entre generaciones que compartió y revivió experiencias del pasado, así cómo discutir y poner sobria la mesa, desde puntos de vista muy diversos, temas actuales que surgen a los niños, niñas y adolescentes, ya nuestros consejos.

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Después de tantos años dentro del CNIAC, pensamos que usar suficiente experiencia para hablar de lo que nos preocupó, así como para condenar ciertas situaciones que habíamos vivido y en las que nos había tenido en cuenta o se nos había por razones populistas. Hemos conocido el mundo de la participación (y de la política) desde dentro, como protagonistas, alrededores de adultos (y políticos) que no supieron estar a la altura de lo que nosotros demandábamos y que ellos mismos prometían.De alguna manera hemos querido hacer un texto de denuncia, exponiendo la precariedad y los intereses que nos rodean; hemos sido criticos y analiticos con nuestros recuerdos, procurando sacar provecho y mirando de ser constructivos. Hemos querido dejar escrito el aprendizaje que nos llevamos de nuestra experiencia, con el deseo que futuros técnicos de l’ámbito puedan aprender de los errores de sus predecesores facilitando así una comunicación niño-adulto más fluida, sincera y útil, en igualdad de condiciones. Pero esta experiencia tuvo que ser una lectura obligatoria para todas y todos que forman parte de una lista electoral ya que son los primeros que tienen que tomar conciencia de la importancia de una sociedad rica en participación, donde todo el mundo es tratado como ciudadano de pleno derecho .Formamos parte de órganos de participación infantil y adolescente porque las personas jóvenes somos claves en el progreso y el futuro del país. La participación es parte esencial de la democracia y consiste en dar oportunidades a las personas para que expresen sus opiniones e inquietudes, incidiendo en las decisiones que afectamos y contribuyendo al desarrollo de la sociedad. Los niños y los adolescentes, a pesar de ser parte del presente, somos el único colectivo que indiscriminadamente no tenemos derecho a voto. Yes este error de no tener derecho a voto es el que hace pensar a los adultos que nos tienen que parar para ser ciudadanos en un futuro, pero no son conscientes de que tenemos necesidades ahora, que también tenemos propuestas y que pueden ser iguales de válidas que las suyas solo si su capacidad para sentir y escucharnos activamente, en una conversación entre iguales.

La participación infantil y adolescente tiene muchos beneficios: nos permite adquirir habilidades de liderazgo, comunicación y toma de decisiones; fomenta nuestra confianza y autoestima; nuestra ayuda ha desentrañado una perspectiva crítica y empática sobre los problemas sociales y, además, nos permite ser corresponsables de la sociedad de la que formamos parte. En definitiva, nos ayuda a ser mejores ciudadanos, ciudadanos activos y de pleno derecho.