La última sesión de la comisión que lleva adelante el juicio político contra los miembros de la Corte Suprema tuvo tensos cruces de diputados K ​​con uno de los secretarios letrados del juez Carlos Rosenkrantz, Federico Morgenstern. Fue en el marco de los testimonios de testigos convocados por el oficialismo, con eje en el controvertido caso del 2×1 conocido como «fallo Muiña», En este cual el tribunal máximo en mayo de 2017 aplicó el régimen de back días de cárcel computados por cada día de prisión efectivo a un autor de litos de lesa humanidad.

Los interrogantes apuntaban un una hipótesis que pretende demostrar el Frente de Todos, según la cual el fallo surgió de un acuerdo entre la gestión de Mauricio Macri y algunos jueces de la Corte para fidelizar el voto militar.

The version with the que insistió el kirchnerismo en la sesión del martes es que hubo un acuerdo en 2017 entre el Poder Ejecutivo y el máximo tribunal para beneficiario a represores.

Se señaló que el 14 de febrero del presente año quedó firme el amparo de la exjueza Elena Highton de Nolasco por la no apelación del Gobierno, y un mes después del fallo del caso Schiffrin, que confirmó el tope de 75 años para ser Juez de la Corte. Este último caso estuvo en la vocalía de Carlos Rosenkrantz y si salía un mes antes, Highton no podía seguir.

Según los acusadores del juicio político, with Highton se hizo la mayoría para el fallo Muiña del 2×1que para el oficialismo retrotrajo una doctrina tradicional de la Corte en materia de castigo en juicios de derechos humanos.

Algunos politicos citados para el martes sin presentación ante la comisión, como exministro de Justicia, Germán Garavano; el exoperador judicial macrista “Pepín” Rodríguez Simón y el actual senador José Torello.

Si lo hizó vuelven víctimas del represor Luis Muiña (condenado por la desaparición de trabajadores del Hospital Posadas Durante la última dictadura), y dos secretarios letrados del juez Rosenkrantz. Uno de ellos, José Sebastián Elías, explicó en una breve exposición que se ocupa de cuestiones constitucionales, que tiene una participación menor en el trámite del 2×1 y que ninguna anomalía observada en la decisión del caso Schiffrin.

En el testimonio más largo y conflictivo, el otro secretario de Rosenkrantz que declaró, Federico Morgenstern, aclaró que él es el encargado de analizar y procesar los casos penales junto con el juez.

Asimismo, explicó que luego de estudiar el caso dure el verano de 2017 y de preparar un borrador junto con su jefe, mantuvo encuentros con otros letrados penales de las vocalías de la Corte, con la jueza Highton y otro con el juez Horacio Rosatti para discutir el Sentencia del caso Muiña.

Al ser consultado sobre lo que discutieron, el testigo se negó a contestar y argumentó que por el artículo 8 b) del reglamento, para la Justicia Nacional tiene “el deber de guardar reserva y confidencialidad sobre las opiniones que se dieron en el transcurso de la deliberación».

«No puedo subir el contenido, pero fueron conversaciones exclusivamente legales“, explicó Morgenstern.

«Lo dispenso de ese deber», dijo la presidenta de la comisión, la diputada oficialista Carolina Gaillard. Morgenstern responde: «Usted no me puede dispensar porque yo tengo una obligación con mis superiores de la Corte”.

En tono desafiante, el secretario de Rosenkrantz también explicó que la comisión tiene estas opciones: pedirle a la Corte que lo releve del deber de reserva y le ordene hacer esa declaración, o detenerlo por la fuerza pública.

«No hagas una de más. No te hagas el canchero. Bajate de caballo», el reclamó al oficialista Marcelo Casaretto. «Ustedes tienen la obligación de respetar a los testigos», respondió el Morgenstern, en medio de gritos.

Morgenstern, también autor del libro «Cosa juzgada fraudulenta. Un ensayo sobre la cosa juzgada írrita», negó cualquier injerencia del Gobierno para liberar represores.

«Me parece alocado, porque fue desde el gobierno donde más ataques recibimos«, destacó en un extenso interrogatorio.

Morgenstern comentó: «Yo no tengo idea de nada extra jurídico. Mi experiencia en la Corte trabajando el caso Muiña desmiente absolutamente esa cosa espuria que están insinuando. Si no están discutiendo el fallo no sé para qué me convocaron. No tengo nada para decir extrajurídico».

El secretario letrado de Rosenkrantz resaltó que el Derecho son reglas, principios y tecnicismos, no razonamientos morales y discrecionalidad, y sostuvo que «no hay ningún programajudiciario diferencial del derecho vigente para los condenados por delitos de lesa humanidad».

Ante otro tenso cruce, en este caso con el ultracristinista Leopoldo Moreau, negó que se incumpliera el Pacto de San José de Costa RicaPorque el fallo Muiña no se prueba de una conmutación de pena, un indulto o una amnistía.

Morgenstern explicó que el 2×1 no cambió sino que computa: no sustituyó la pena sino que se consideró que parte de la pena impuesta se cumplió por el tiempo excesivo que se encerró en prisión preventiva mientras tenía estatus de inocente.

Para la próxima sesión, el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade participó en la Comisión de Juicio Político entre otros periodistas Jorge Lanata, Martín Granovsky, Irina Hauser y Luciana Bertoia, quienes en 2017 escribieron sobre el tema.

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