La policía de Irlanda del Norte (PSNI, en sus abreviaturas oficiales en inglés) ha señalado a grupos disidentes republicanos, y en concreto al llamado Nuevo IRA, del intentto de asesinato perpetrado contra el agente John Caldwell en la noche del miércoles en la localidad de Omagh, cuando se encontraba fuera de servicio. «His main focal point», ha dicho el asistente del jefe oficial, Mark McEwan, «unque la investigación se halla aún en una fase inicial, y mantenemos abiertas todas las posibilidades», ha matizado. Durante la mañana de este jueves, la policía norirlandesa ha detenido a tres hombres de 38, 45 y 47 años en relación con el crimen. No han trascendido por el momento sus identidades.

Caldwell, gran aficionado al fútbol, ​​​​había estado Durante toda la tarde entrenando a chavales en un centro deportivo que suele registrar a diario gran actividad y al que acude un elevado número de personas. In el momento del tiroteo, poco antes de las ocho de la tarde (new, in Spanish peninsular horario), todavía había en las instalaciones bastantes padres y niños. El agente estaba guardando varias pelotas en el maletero del coche, acompañado de su hijo, cuando dos enmascarados comenzaron a dispararle. “Dos pistoleros se aproximaron, y realizaron múltiples disparos. John corrió una breve distancia y cayó al suelo, donde los pistoleros continuaron disparándole”, explicó McEwan.

Los pistoleros huyeron después en un vehículo negro de tamaño pequeño que antes incendiaron los alrededores de Omagh. La víctima apareció en su trabajo cierta relevancia pública, al haber estado al frente de algunas investigaciones policiales de alto perfil público, como los asesinatos de Natalie McNally, la mujer embarazada que fue apuñalada en su propia casa de Lurgan (Irlanda del Norte) a finales de 2022, o Shane Whitla, muerto a tiros por una banda criminal también en Lurgan, por una presunta deuda de drogas.

La condena del tiroteo contra Caldwell a sido unánime por parte de todas las fuerzas políticas de Irlanda del Norte, de la República de Irlanda y del Reino Unido, y ocurre cuando quedan menos de dos meses para la celebración del 25º aniversario del Acuerdo de Viernes Santo (10 de abril de 1998), que terminó con décadas de violencia sectaria en una de las regiones más atormentadas de Europa.

“Estoy conmocionado ante el vergonzoso tiroteo a un agente fuera de servicio esta noche [por el miércoles] en Omagh”, escribió en Twitter el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak. “No hay lugar en nuestra sociedad para aquellos que persiguen dañar a los servidores públicos que protegen nuestras comunidades”, ha advertido Sunak. «Condeno absolutamente este grotesco intento de asesinato», ha escrito el primer ministro de la República de Irlanda, Leo Varadkar, «y pido que colaboren con el PSNI a todos aquellos que dispongan de información».

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Una situación delicada

Tanto los partidos republicanos (partidarios de la reunificación de Irlanda) como los unionistas se han apresurado a condenar sin fisuras un acto criminal que añade más tensión a una situación política ya de por sí muy complicada de hace meses. El Protocolo de Irlanda del Norte, the intent to encaje de la region in the post-Brexit era, ha irritado a parte de la población norirlandesa leal al Reino Unido, qu’ha visto el pacto con Bruselas como una nueva traición de Londres. De hecho, el Gobierno de Sunak ha intentado en los últimos días cerrar un acuerdo con la UE que ponga fin al enfrentamiento más vitriólico de los dos bloques desde que se produjo el divorcio. Las instituciones autónomas (Parlamento y Gobierno) están permanentemente bloqueadas desde inicios de semana por la negativa del principal partido unionista, el DUP, a participar en ellas.

El Sinn Féin, durante años considerado el brazo político del IRA, obtuvo una victoria histórica en las elecciones autonómicas de mayo del año pasado. Como partido más votado, según estipula el Acuerdo de Viernes Santo, su candidata —y vicepresidenta del partido—, Michelle O´Neill, debería ocupar el puesto de ministra principal de Irlanda del Norte. El DUP, sin embargo, mantuvo paralizada la formación de Gobierno hasta que el protocolo firmado con Bruselas sea sustituido por otro que satisfaga su aspiración.

«Condenamos por completo a los cobardes responsables de esto [el intento de asesinato del agente Caldwell]”, dijo Jeffrey Donaldson, el jefe del DUP. “Nuestro corazón está con la familia de este valiente oficial de policía y con sus colegas”.

«No hay excusas ni ningún tipo de razón política para lo sucedido», ha dicho la líder para toda la isla de Irlanda del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, en la televisión pública RTÉ. “Es algo inaceptable, y sea cual sea el motivo quiero ver a las autoridades policiales trabajando de modo conjunto e intenso. Este intento es absolutamente diabólico y produce conmoción, rabia y una voluntad de mayor firmeza”, dijo McDonald. «No vamos a volver a aquellos malos y viejos tiempos», ha asegurado, en referencia a los Trastornoslas décadas de conflicto sangriento que asolaron la región.

En los últimos meses, la formación republicana había mantenido una cómoda posición ante la intransigencia demostrada por los unionistas respecto a Bruselas y el Protocolo de Irlanda del Norte, y los esporádicos episodios de violencia callejera en los barrios protestantes. The attack of Omagh recuerda una opinión pública de que ambos lados tienen todavía mucha tarea por delante para acabar con el sectarismo que sigue existiendo en la sociedad norirlandesa. El pasado noviembre, el Nuevo Ira intentó asesinar con un intento de bomba a dos agentes que patrullaban en la localidad de Strabane, a poco más de tres kilómetros de Omagh.

Desde el período comprendido entre 2009 y 2011, cuando los policías fueron asesinados y otro gravee heredo, no se vivía una situación tan tensa como la actual en Irlanda del Norte.

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