Batalla judicial, y desesperada, de una familia de Arzúa (La Coruña). Trata de impedir la decision de un juez de permitir a la seccion de Psiquiatría del hospital provincial de Conxo aplicar una terapia electroconvulsiva (TEC), más conocida como electroshock, a uno de los hijos, IBAP que cuenta con 30 años de edad.

Según el padre del afectado, que responde a las iniciales JCA, “mi hijo sufrió un brote psicótico hace algo más de un mes; lo llevamos al CHUS y de ahí lo enviaron al Provincial, y la psiquiatra, sin su consentimiento, pidió una orden para que se quedara ingrésado«.

«No nuestro dejan sacarlo», claman

«Es la primera vez que le pas algo así, y ya hemos pedido plaza en un hospital privado, para tener una segunda opinión, pero no nos dejan sacarlo», explicó el progenitor, que dice que lo peor es que intenten hacer una prueba pidiendoles en los padres el consentir para una persona que no está incapacitada y es mayor de edad. “El quiere salir de ahí, nos dés y repite que no está loco. Pero la siquiatra está empeñada en ese electroshock», dice.

La familia del joven arzuano ha vuelto a mover pieza, y sigue intentando evitar un tratamiento que ni ellos ni el paciente desean. Así, y tras dar luz verde el juez a la recomendación de los médicos, están remitiendo escritos tanto al juzgado como a los encargados del Hospital Provincial de Conxo para evitar lo que se aplica –desde este mismo lunes– el TEC.

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Concretamente, en la comunicación se insistió en que los familiares del paciente «desea trasladarlo urgentemente a la Clínica de Salud Mental Samu Welness», donde cuentan con «una amplia cartera de servicios asistenciales». Su version choca con la de los medicos, que defienden el tratamiento indicado para los trastornos que padecen, entre ellos el de ansiedad, además de haber sufrido un brote psicótico hace alrededor de un mes.

Tras ser derivado del Clínico, su padre JCA confirmó que el joven quedó ingresado «sin su consentimiento». En el escrito remitido, el abogado Francisco de Borja Gómez explicó que, en un primer momento, el hijo acudió al hospital «de forma voluntaria», y que «nunca ha amenazado a terceras personas». También han sido informados por «varios psiquiatras” de que el TEC «de aplicado, sería el último de los recursos y, además, no tiene carácter curativo»; que tampoco es urgente, y planta «posibles graves efectos secundarios».