Es un desastre como probablemente nunca han experimentado los productores de agua potable, cuya factura podría ascender a miles de millones de euros y una parte de ella permanecería permanentemente inmanejable. Desde hace varios meses, en casi todas partes de Francia, las autoridades públicas de agua potable y las empresas delegadas se han alarmado al descubrir altas concentraciones de un producto de degradación (o “metabolito”) del clorotalonil, un pesticida comercializado por Syngenta, utilizado desde 1970 y prohibido en Europa en 2019.

Estas preocupaciones están bien fundadas. En un informe que se hará público el jueves 6 de abril, la Agencia Nacional de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional (ANSES) confirma la presencia casi generalizada del metabolito en cuestión -R471811- en aguas metropolitanas superficiales y subterráneas. Este último no fue investigado hasta hace muy poco, no pudiendo medirlo todos los laboratorios autorizados.

Aún más alarmante, los canales de tratamiento convencionales no pueden eliminarlo: una gran parte de los franceses recibe agua del grifo que no cumple con los criterios de calidad debido a esta sola molécula, es decir, su concentración supera el límite establecido por la normativa de 0,1 microgramo por litro (µg/L). fr enero 2022, ANSES ha clasificado al R471811 como «relevante», por lo que debe permanecer por debajo de este umbral al igual que su molécula madre, considerada como probable carcinógeno por las autoridades sanitarias europeas y asociada a la aparición de tumores renales en animales de laboratorio. No se ha probado ningún efecto sobre la salud del metabolito en cuestión a estas dosis de exposición, pero los datos son muy incompletos.

Toda la cuenca de París afectada

Según la sonda ANSES, que se basa en una selección no exhaustiva de las redes de distribución, aproximadamente el 34 % del agua distribuida en Francia no cumple la normativa, cifra que es solo una estimación dependiente de la selección de muestras realizada por la expertos de la agencia. Es imposible, por el momento, determinar con precisión el porcentaje de la población afectada, ya que la R471811 aún no se ha integrado en los planes de vigilancia de todas las agencias regionales de salud (ARS). El director técnico de un gran operador público, declina bajo condición de anonimato, se considera “convencidos de que más de la mitad de la población francesa está afectada”. Algunas aguas embotelladas no se salvarían.

Te queda el 81,72% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.