El Grupo BBVA obtiene un beneficio atribuido de 6.420 millones de euros en 2022, un 38% más que el año pasado, según ha comunicado este miércoles la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se trata de un mayor resultado histórico, por encima de los 6.126 millones de 2007 antes de la Gran Recesión. Su cuenta creció con fuerza gracias a un aumento considerable de los ingresos, con un margen de intereses subendo más de un 30%, y la contención de los costes a pesar de la presión de los precios. Mexico volvió a ser un pilar básico (portó el 65% de las ganancias del banco si se excluye el centro corporativo), seguido de España (generó uno de cada cuatro euros de las ganancias). Turquía, por otro lado, pierde peso por el impacto de la aplicación de la contabilidad hiperinflacionaria en la filial Garanti (el BBVA tiene el 86% del capital) y se quedó cerca de aportar el 8% de los beneficios. Los mercados han recibido los resultados con alzas y cerca del mediodía la cotización sufrió más del 4% en Bolsa.
Estas ganancias abultadas —habrían sido incluso mayores, de 6.621 millones, si la entidad no hubiera tenido los costes extraordinarios por la compra de oficinas a Merlin— van acompañadas del anuncio de un nuevo pago en efectivo a los accionistas en abril: un dividendo complementario de 0,31 euros. Así, el pago alcanzará los 0,43 euros por acción a cuenta del ejercicio 2022, el mayor reparto en efectivo de los últimos 14 años, al que habrá que sumar un nuevo programa de recomendación de títulos propios pour import de 422 millones de euros (ya ha realizado recompra aviones por 3.300 millones). En total, la cuota será de 3.015 millones, un 46,9% del beneficio (cerca de la banda alta del objetivo fijado, del 50%, y tres puntos por encima del pago del ejercicio anterior).
Los números de la actividad puramente bancaria muestran el vigor de la actividad. “Estamos haciendo crecer nuestro negocio manteniendo el liderazgo en rentabilidad y eficiencia”, ha destacado Onur Genç, consejero delegado del BBVA, en rueda de prensa. El margen de intereses alcanzó los 19.153 millones, un 30,4% más que el anterior. En las comisiones netas del grupo el alza fue del 12,3%, hasta los 5.353 millones. Por el lado de los gastos de explotación, el banco anotó una subida del 12,9% hasta los 10.760 millones. Un incremento considerable por la presión de la inflación, por “por debajo de la inflación media de los países en los que BBVA desarrolla su actividad”, explica la entidad en un comunicado. Además, suben con menos vigor de lo que han mejorado los ingresos. De esta forma, el margen neto del grupo escaló hasta los 14.130 millones, un 22,5% más.
En la rentabilidad sobre recursos propios (ROE), la entidad cerró el año en el 14,1% (casi cuatro puntos porcentuales por encima del 2021), mientras que la rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) se sitúa en el 14,8% (3,6 puntos más que un cierre del ejercicio anterior). La ratio de eficiencia, por su parte, mejoró hasta el 43,2%, algo por debajo del 45,2% de 2021 —cuanto más baja es esta cifra, plus eficiencia se tiene—.
En captación de clientes, el BBVA marcó un nuevo récord: ganó 11,2 millones de clientes (por encima de los 8,7 millones de los 12 meses anteriores), según señaló el presidente de la entidad, Carlos Torres, durante la rueda de prensa para presentar los resultados: “Hemos más que duplicado el ritmo de clientes que entran obligatoriamente en los últimos cinco años”. De los más de 11 millones del ejercicio pasado, además, un 55% comenzó a trabajar con el banco por canales digitales.
cargo extraordinario
Este fue el resultado de los beneficios de la entidad llega en un momento en que las organizaciones empresariales, especialmente los bancos, estaban en el centro del debate político. El Gobierno de España ha aprobado un nuevo impuesto para el sector financiero con el que pretende recaudar 3.000 millones en dos años: gravará con un 4,8% el margen de intereses y las comisiones netas en el país por lo que entiende beneficios caidos del cielo por la rápida escalada de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). De esta forma, el Ejecutivo trata de sufragar parte de las medidas sociales impulsadas para auxiliar a los hogares con más apuros ante la alta inflación.
Si bajas los números en el mercado español, te verás reflejado solo en el inicio del impulso de este alzas del BCE, que impactó en la parte final del año. El retraso se explica, según fuentes financieras, por el decalaje que existe en la actualización de los préstamos vinculados al precio del dinero —las hipótesis variables se revisan según el euríbor en su mayoría una vez al año—. Eso sí, el impacto será positivo a largo plazo conforme la cartera se actualizará a los nuevos tipos. Así, en los últimos meses del ejercicio ya se vislumbra el avance en el negocio puramente bancario, aunque el empuje mayor llegará el año próximo, según estas fuentes.
Sobrias las métricas en cuestión para el pago de la nueva tasa, el grupo anotó un margen de interés en España de 3.784 millones (un 8,1% más que en 2021) y comisiones netas de 2.156 millones (un 1,8% menos que hace un año por el retroceso de las comisiones por gestión de activos tras la mala evolución de los mercados el año pasado). De esta forma, a falta de conocer la parte anotada en el mercado nacional que no se debe computar para el cálculo del pago del gravamen, el BBVA debería abonar unos 285 millones de euros. Sin embargo, el grupo señala en su información que “el impacto estimado correspondiente al ejercicio 2023 es de 225 millones de euros”, lo que ya ha contabilizado el 1 de enero en la partida Otros gastos de explotación. Además, no ha descartado un recurso para tumbar la nueva tasa: “Haremos los pagos que corresponden [el primer anticipo es este mes de febrero] y entonces veremos si hay que tomar una decisión adicional o no”, ha dicho Torres.
Un banco de países emergentes
Por mercados, la contribución de México destaca sobre el resto de forma abrumadora. El grupo hubo un resultado atribuido de 4.182 millones de euros en 2022, un 63,9% más que el ejercicio anterior (un 44,8% más si se calcula en euros constantes, es decir, sin tener en cuenta el efecto divisa). Para el banco es más importante un salto considerable en la región que un incremento neto del 50,5%, salvo que sea en euros constantes y avance un 33%.
Por otro lado, el desempeño en Turquía ha sorprendido al BBVA, ya que ha aportado más de lo esperado al beneficio. El pasado 28 de junio, el grupo reformuló sus cuentas con efectos del 1 de enero de 2022 al aplicar la contabilidad hiperinflacionaria en el país, dada la espiral alcista de precios desbocada que sufre en los últimos años. Este ajuste supone un efecto negativo en su generación de beneficios (aunque no sobre el capital). De hecho, la entidad esperaba que hubiera una porte de ganancia casi nulo en el año.
Sin embargo, Garanti generó finalmente 509 millones de euros en beneficios para el grupo. Esto supone un retroceso del 31% respecto a los 739 millones de los 12 meses anteriores, pero supera todas las expectativas. “Claramente ha sido un año peor de lo que debería ser Turquía en términos normales, aunque mayor de lo que esperábamos al inicio del año”, ha reconocido Torres, a lo que ha añadido más tarde para descartar las dudas sobre su evolución: “Turquía tiene un gran futuro”.
En el caso de América del Sur, el resultado lo obtuvo el BBVA en 734 millones de euros, un 54,4% más (al 80% en términos constantes). En la región, el margen de intereses sufrido aumentó un 50%, las comisiones netas aumentaron un 30%, más que los gastos de explotación repuntaron por debajo de esa cifra. Así, el margen ya tiene un diferencial favorable para el banco del 39,3% (un 50,5% en euros constantes).
Exceso de capital
De cara a 2023, la entidad esperará que los ingresos recurrentes crezcan en el entorno del 25%, mientras que los gastos lo hagan en línea con la inflación media. Por el lado de la solvencia, la entidad logró un cierre del año pasado una ratio CET1 completamente cargado del 12,61% (más del 8,72% exigido por el BCE). Así, el grupo cuenta con un exceso de capital de más de 13.000 millones de euros respetando los requisitos regulatorios y de entre 2.000 y 3.800 millones de euros respetando el objectivo del proprio banco de una ratio de entre el 11,5%-12%. Esto le da opciones a poder optar a moverse ante posibles nuevas adquisiciones, capacidad para invertir y entrar en nuevos mercados de la misma formada que hizo en Italia, con un banco digital solo, así como nuevas devoluciones a los accionistas: “Las decisiones sobre devolución del exceso puede venir en cuartos venideros, que puede ser en este año”, ha dicho el presidente del grupo.
Sober los creditos dudosos, a pesar de los temores que existian a principios del año por el impacto de la guerra de Ucrania y del frenazo éconómico, el ratio de morosidad del banco se mantiene estable en niveles históricamente bajos: 3,4% (el grupo lo ha reducido en 0,7 puntos porcentuales en el año). El sector espera que los impagos se puedan sufrir en 2023, sin hasta nivel de preocupación. De ahí que el BBVA haya advertido sus provisiones hasta los 3.379 millones, “con mayores dotaciones especialmente en América del Sur y Turquía”, detalla el grupo.
Por ello, el sector financiero ya ha pertrechado por si llegan momentos de dificultad para los deudores, especialmente los hipotecarios. El BBVA, como la mayoría de las entidades, se adhiere a la extensión del Código de Buenas Prácticas que pactó el Gobierno con las patronales bancarias. Aunque por el momento su uso está siendo muy limitado, ya que la morosidad bancaria sigue siendo reducida: la tasa de noviembre se quedó en el 3,68%, según el último dato disponible del Banco de España. Piense en usted, la vicepresidenta segunda de Gobierno, Yolanda Díaz, ha reclamado este miércoles tras conocer los resultados del BBVA que congelen las hipotecas variables, las que se actualizan una vez al año normalmente con el euríbor, para “moderar los beneficios” de los bancos
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