Me permito el lujo de comenzar esta columna extractando parte del diálogo del que me parece uno de los momentos más emotivos de La mesías, una conversación entre Cecilia (Amaia, gloria nacional) y Enric (genuflexión ante Roger Casamajor), que tiene lugar en el capítulo 6, emitido la semana pasada: —¿Cómo es fuera? —Está bien. —¿Has ido a Nueva York? —Sí.—¿Y al ballet?—También. —¿Y tienes muchos amigos? —Muchos. —¿Sí? —Sí. —Pues ojo, que los buenos amigos se cuentan con los dedos de una mano. —¿Y te han roto el corazón? —Muchas veces. —Entonces te habrás enamorado… —Sí. —Y claro, habrás besado a alguna chica…—A unas cuantas. —El mundo debe de ser genial.
Cuando lo vi, hace casi dos meses, me recordó a esa secuencia de Entre tinieblas en la que sor Rata de Callejón (Chus Lampreave) le pregunta a su hermana cómo es la calle, convencida de que fuera del convento la vida ahora es otra, y ella le responde: “Eso son fantasías de monja, que estáis locas, porque como no pisáis la calle, os creéis que en la calle pasan cosas, pero en la calle no pasa nada”. Desde luego Enric es mucho más benevolente con su hermana encerrada.
Volví a ver el capítulo hace unos días y me acordé de él mientras veía Escucha, Junqueras, el programa de Salvados emitido el domingo que sentó al presidente de ERC frente a varios ciudadanos contrarios a la amnistía para que intercambiaran posturas. ¿Cómo es fuera? Cómo vamos a saberlo, si no podemos ni acordar lo que es fuera o dentro de la legalidad. También he pensado mucho en ello viendo las revueltas en Ferraz. Que me devuelvan a mi convento, por favor. ¿Dónde estamos los que no estamos ni allí ni aquí? Anda que en la calle no están pasando cosas, sor Rata.
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