Tres semanas de carreras complacientes, no puede haber solo días emocionantes en el Tour de Francia. Después de un fin de semana recorriendo el País Vasco español, el pelotón regresó a Francia el lunes 3 de julio, gracias a una tercera etapa de 194 kilómetros en terreno relativamente llano, a pesar de las cuatro subidas enumeradas. Una ruta prometida a “puros sprinters” que sin mucha sorpresa… acabó con el primer sprint multitudinario de esta 110mi edición.
En la llegada a Bayona (Pirineos Atlánticos), Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) fue el más rápido, por delante del alemán Phil Bauhaus (Bahrain Victorious) y del australiano Caleb Ewan (Lotto Dstny). El belga firma su séptima victoria del año y la tercera en la prueba, tras dos éxitos el año pasado, en los dos últimos sprints de pelotón.
« El perfil de la final [de cette troisième étape] dar a los equipos la posibilidad de maniobrar para montar los vagones de su tren», vaticinó, antes de la salida, el patrón de la Grande Boucle, Christian Prudhomme. Ideal por tanto para Alpecin-Deceuninck, que ha integrado su plantilla para el Tour con esta ambición. “Lo que pasó hoy nos dará confianza para el futuro”se regocijó Philipsen.
Lunes, “todos hicieron su trabajo perfectamente”, abundó un hijo compañero de equipo Silvan Dillier. Empezando por la estrella holandesa Mathieu Van der Poel, que lanzó con brillantez el ganador de la jornada. “No es fácil mantenerse en la rueda de unoreconoció el belga, en rueda de prensa. Cuando Mathieu nos lleva al sprint, tenemos que ganar. »
Dotado de una rica trayectoria, con en particular cuatro monumentos (una Milán-San Remo, una París-Roubaix y dos Vueltas a Flandes) en su valija, el holandés no se muestra reacio a la tarea de transformarse en un “pez-piloto “de lujo. “que desde que Jasper está en el equipo [en 2021]hay menos presión sobre él, explica Adrie Van der Poel, hijo padre, al pie del autobús de entrenamiento belga. Cuando llegan juntos al sprint, Mathieu es muy valioso. »
Esta victoria también contribuye a levantar la moral de la tropa, un poco provocada, según confesaron ellos mismos, tras las dos primeras jornadas, en las que se esperaban los mejores resultados del nieto de Raymond Poulidor (37mi SÁBADO ; 107mi Domingo).
“Fue bastante tranquilo, hasta los últimos 40 kilómetros”
En un escenario de postal, en gran parte a lo largo de la costa norte de España, los corredores pudieron entregar las emociones de un fin de semana nervioso, acelerando a solo unas decenas de kilómetros de la meta. . Una vez no es costumbre, incluso cruzaron la línea más tarde que las estimaciones horarias menos optimistas establecidas por los organizadores. “Las dos primeras etapas fueron duras, el pelotón rodó a un ritmo rápido. La batalla fue intensa adelante, pero atrás también sufrimos mucho”.resbaló Fabio Jakobsen (Soudal Quick-Step) antes del inicio de Amorebieta-Etxano.
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