Los mediadores en el conflicto de Gaza elevan la presión a pocas horas de que expire este viernes la última tregua que han pactado Israel y Hamás. Estados Unidos ha intensificado este jueves las advertencias a su socio israelí con un mensaje del secretario de Estado, Antony Blinken, de visita en Israel por cuarta vez desde que arrancó la contienda. “Es imprescindible que Israel actúe de acuerdo con las leyes humanitarias internacionales y las leyes de la guerra”, señaló en una comparecencia de prensa tras reunirse con el gabinete de guerra del Ejecutivo israelí.
Antes de eso, los negociadores de Qatar y Egipto habían apurado durante toda la jornada las horas ganadas al conflicto, tras la extensión de la tregua pactada in extremis este jueves, para tratar de arañar una nueva ampliación de dos días, hasta este domingo, según informaron fuentes oficiales egipcias. La noche del miércoles al jueves ya transcurrió en medio del esfuerzo de los países negociadores con Qatar como principal escenario donde limar las diferencias entre los protagonistas de la guerra que se libra desde el 7 de octubre.
“Israel es capaz de neutralizar la amenaza de Hamás al tiempo que minimiza el daño a civiles inocentes”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense tras ese encuentro en Tel Aviv. Blinken pidió, en concreto, que se creen zonas seguras para la población en el sur de Gaza en caso de que se reanuden los ataques. Ante los miembros del gabinete de guerra, Blinken incluso sugirió que la contienda requiere un cambio de rumbo por la enorme sangría de vidas civiles, más de 15.000 muertos, que suponen un serio lastre para la imagen de su aliado en el mundo, según informaciones divulgadas por la prensa israelí.
“No se puede operar en el sur de Gaza de la manera en que se hizo en el norte. Allí hay dos millones de palestinos. Es necesario evacuar a menos personas de sus hogares, ser más precisos en los ataques, no atacar las instalaciones de la ONU y garantizar que haya suficientes áreas protegidas” para la población, requirió Blinken en un intercambio de mensajes en tono de reproche a Israel, expresados en el transcurso de esa reunión a puerta cerrada, según lo publicado por The Times of Israel, que cita al Canal 12 de televisión. El secretario de Estado no quiso ofrecer detalles de los pasos que Israel baraja para tratar de evitar que haya tantos muertos civiles, pero dijo que el Gobierno de Netanyahu está “de acuerdo”. “Es obligatorio”, añadió, pues su aliado cuenta con uno de los mejores ejércitos del mundo.
Por el momento, la tregua se ha prolongado hasta la mañana del viernes, cuando se cumple una semana de alto el fuego. Tras horas y horas de negociaciones y con la amenaza de retomar los bombardeos al llegar el fin del acuerdo pactado, Israel y Hamás anunciaron a primera hora de este jueves (en torno a las seis de la mañana en la España peninsular) que ampliaban 24 horas más el alto el fuego. También informó de ello el Ministerio de Exteriores de Qatar. Se trata de la segunda vez que se consigue extender el cese de hostilidades, que en un primer momento fue de cuatro días (de viernes a lunes), al que se añadieron dos jornadas más (martes y miércoles).
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El jefe de la diplomacia estadounidense se desplazó por la tarde a Ramala, capital administrativa de Cisjordania y sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El presidente, Mahmud Abbas, le insistió en la “necesidad urgente de establecer un alto el fuego completo en Gaza así como poner fin a la agresión israelí”, informa la agencia oficial palestina Wafa. El mandatario palestino le entregó, además, un dosier con “pruebas de asesinatos, destrucción, limpieza étnica y otras atrocidades cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes en la Franja, Cisjordania y Jerusalén”, según la misma fuente. El secretario de Estado explicó que, además de abordar la guerra y reiterar la necesidad de establecer un Estado palestino, habló con Abbas de “las medidas para mejorar la seguridad y la libertad de los palestinos en Cisjordania”, escribió en su perfil de la red social X (antes Twitter).
La extensión de la tregua hasta el viernes coincidió con un repunte de la violencia tanto en Jerusalén como en Cisjordania. En Jerusalén, un ataque asumido por Hamás con armas de fuego junto a una parada de autobús ha causado la muerte de tres viandantes y los dos atacantes, según los servicios de emergencia y fuentes policiales. Los dos eran hermanos, residentes en Jerusalén Este, exreos en cárceles de Israel y miembros de Hamás, según los servicios secretos israelíes. Se trató de una “respuesta a los crímenes sin precedentes cometidos por la ocupación”, según informó el movimiento fundamentalista al atribuirse la operación.
“Es el mismo Hamás que perpetró la terrible matanza del 7 de octubre y el mismo Hamás que está tratando de asesinarnos en todas partes”, ha señalado Netanyahu, que ordenó demoler las casas de los dos atacantes, tras reunirse con Blinken. “Hemos jurado, he jurado, eliminar a Hamás. Nada nos detendrá”, le ha comentado el primer ministro al jefe de la diplomacia de Estados Unidos, según un comunicado de su oficina. “Mantendremos esta guerra hasta que logremos los tres objetivos: liberar a todos nuestros rehenes, eliminar por completo a Hamás y garantizar que ninguna amenaza como esta vuelva a provenir de Gaza”, añadió.
En cuanto a Cisjordania, el ejército israelí ha llevado a cabo esta mañana una incursión en Tulkarem y su campo de refugiados. Las tropas accedieron con excavadoras causando daños en viviendas y vehículos, desplegaron soldados con unidades caninas y posicionaron francotiradores en algunos edificios, según Wafa.
El Gobierno de Israel ha anunciado que seguirá entregando armas a los civiles, según ha confirmado Netanyahu en un comunicado a través de la red social Telegram. “Es una medida que ha demostrado su eficacia una y otra vez en la guerra contra el terrorismo asesino”, dijo el mandatario después de que algunos ciudadanos emplearan sus armas de fuego este jueves para hacer frente a los atacantes en Jerusalén.
Antes, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tras visitar el lugar del ataque, ha insistido ya en su propuesta de entregar más armas a la población, algo que viene haciendo en las últimas semanas. “A los ciudadanos que neutralicen a los terroristas ya no se les confiscarán las armas gracias a mi reforma”, dejó escrito en su perfil de la red social X. “A demasiados héroes que mataron a terroristas amenazantes se les revocaron las armas. ¡Los ciudadanos que se defienden merecen un premio! No la confiscación”, añadió. Ben Gvir es de los integrantes más extremistas y más críticos con la tregua del Gabinete de Netanyahu.
La tregua, sin embargo, ha seguido su curso este jueves. El ejército israelí señaló a primeras horas del día mediante un comunicado: “A la luz de los esfuerzos de los mediadores para continuar el proceso de liberación de los rehenes y de acuerdo a los términos de lo acordado, la pausa operativa continuará”. Eso permitía liberar a 10 rehenes más, todos mujeres y menores, de los que se encuentran en manos de los milicianos. Dos de ellas llegaron por la tarde a territorio israelí por delante de los demás. Otros seis fueron liberados por la noche. El cupo se completaba con las dos ciudadanas de nacionalidad rusa que salieron de Gaza el miércoles. Estaba previsto que Israel dejara en libertad a 30 presos (ocho mujeres y 22 menores).
Los obstáculos habían aflorado a lo largo de la noche, a medida que se avanzaba hacia la hora del toque de campana que daba paso a la posibilidad de nuevos ataques. El movimiento fundamentalista había anunciado que Israel se negó a aceptar otros siete rehenes, mujeres y niños, junto a tres cadáveres de sus ciudadanos —también mujeres y niños de una misma familia que el miércoles dio por muertos—, según el diario israelí Haaretz. Ese era su ofrecimiento como garantía para ese día añadido de alto el fuego.
Esos tres cuerpos pertenecen a Shiri Bibas, de 32 años, y sus hijos, Ariel, de cuatro, y Kfir, de 10 meses, cuya muerte en un bombardeo israelí anunció el miércoles Hamás. Este jueves se unen a esa lista otros dos rehenes, Ofir Tzarfati, que fue secuestrado en el festival Supernova el 7 de octubre y cuyo fallecimiento han comunicado a la familia las autoridades, y Aviv Atzili, del kibutz Nir Oz, según informa el diario Haaretz.
Un séptimo canje de rehenes y prisioneros
La nueva prórroga del cese de las hostilidades permitirá un séptimo canje de rehenes por prisioneros y dará unas horas más de respiro a los habitantes de Gaza. Los términos del acuerdo son similares a los que han estado en vigor estos seis días y sus puntos principales siguen siendo, además del cese de los bombardeos, la liberación de rehenes en manos de Hamás y de otros grupos en Gaza a cambio de la excarcelación de presos palestinos y la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. Quedan todavía en torno a 145 rehenes en el enclave mediterráneo palestino.
El canje incluía inicialmente solo a mujeres y niños por ambas partes y un buen número de ellos —84— ya han sido liberados desde el pasado viernes, al igual que varones extranjeros cuya liberación se ha producido fuera del canje entre Hamás e Israel. Entre las discusiones sobre la mesa está la posibilidad de que se exigiera a Hamás que empezara a entregar rehenes varones israelíes y a militares de ambos sexos.
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