Propia marta ortega perez reconozcan que estos tiempos no tienen nada que ver con los de la prehistoria de Inditex, cuando su padre, Amancio Ortega, salió del anonimato forzado para la fotografía que illustró el foto de salida a Bolsa de la compañía el 23 de mayo de 2001. Después de las espaldas decadentes, ella es la presidente del imperio textil «y supongo que estoy más en el mundo de la moda que él», asegura en su primera entrevista concedida al Tiempos financieros, al que muchos considerando la biblia del periodismo económico, desde que asumió las riendas. «Otra generación y otra época», insiste el hija menor del fundador del grupo. Dice que no le gusta ser el centro de atención. Lo es muchas veces por esa doble vertiente que ha tenido su vida, a caballo entre el halo de celebridad that attria la atención de toda la prensa del corazón cuando competía como jinete y la joven promesa de la industria de la moda sometida al escrutinio de los mercados en el camino de la sucesión.

De su pasado como jinete, precisamente, Marta Ortega entendió la importancia del trabajo duro «y en equipo» para llegar a las metas, además de la paciencia. «Creo que es algo que se puede aplicar no solo para el trabajo, sino para la vida en general, supongo», cuenta en la entrevista, donde antepone «el sentimiento» y la intuición a cualquier plan estratégico, aunque suene casi imposible «en una empresa tan grande». Pero es que tambien en eso la presidenta del grupo abandonado por Zara está a contracorriente: «Intentamos comportarnos como una pequeña empresa y no distraernos con los grandes números». Los números que, «en general», ella no disfruta. Preferir, según traslada al Tiempos financieros, «el producto». Ahí y «en cómo se presenta» pone la energía. «El éxito comercial proviene, creo, del enfoque en los pequeños detalles por parte de cada persona en la empresa», indica.

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Marta Ortega tiene un gran respeto por la catalogación del gigante textil gallego en el modelo moda rapida. «No nos reconocemos en eso que llaman moda rápida», rechaza, destacando todo el equipo involucrado en producto, «más del 40% del total». «Tenemos más de 250 diseñadores en Zara, al igual que los patronistas. Todavía hacemos los patrones. Hacemos adaptaciones en modelos reales», esgrime la presidenta. La acumulación de stock allí llevará una mala calidad a bajo precio «no puede estar más lejos de lo que hacemos»reiteró Ortega Pérez, que tiene como objetivo «mantener y seguir calidad construyendo, calidad, calidad en todos los aspectos de la empresa».

En el terreno personal, Marta Ortega recuerda los tiempos en los que su madre, Flora Pérez, diseñó ropa para Zara. A ella le gusta la mezcla de premios de Zara y Massimo Dutti con artículos de grandes diseñadores. «Y también tengo cosas de mi madre. Así que sí, se ha convertible en un gran armario. Mi hijo dice: ¿por qué tienes tanta ropa? Porque la he tenido por muchos años», confiesa.