El Consejo de Derechos Humanos de la ONU denuncia deportaciones de niños ucranianos por parte de Moscú

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU exigió el martes que Rusia permita a las organizaciones internacionales visitar a niños y otros civiles. “que fueron deportados a la fuerza” en Ucrania a los territorios controlados por Moscú.

La resolución adoptada el martes insta a Moscú a “detener el traslado forzoso ilegal y la deportación de civiles y otras personas protegidas dentro de Ucrania o a la Federación Rusa (…)en particular de los niños, incluidos los institucionalizados, los no acompañados y los separados”. El texto fue adoptado por 28 votos a favor, 17 abstenciones y dos en contra (China y Eritrea).

Según el periodista Alec Luhn, corresponsal en Rusia de El TelégrafoLa comisionada rusa de los derechos del niño, Maria Lvova-Belova, dijo que “380 niños ucranianos fueron puestos bajo la “tutela” de familias rusas”.

Según Kiev, 16.221 niños fueron deportados a Rusia hasta finales de febrero, cifras que la Comisión de la ONU no pudo verificar. METROA mí Lvova-Belova aseguró que no había sido contactada por “ningún representante del poder ucraniano” sobre los niños deportados desde el inicio del conflicto e invitó a los padres a escribirle un e-mail. «Escríbeme (…) para encontrar a tu hijoella lanzó.

En febrero, un grupo de investigadores de la Universidad de Yale en los Estados Unidos publicó una investigación en la que se afirmaba que una red de al menos 40 campamentos en Rusia se usaba para «reeducación patriótica» víctimas jóvenes, donde se debe inculcar el amor a Rusia y el odio al mundo occidental. Este estudio estableció que al menos 6.000 menores ucranianos habían estado viviendo durante semanas o incluso meses en estos campamentos, aislados de sus padres.

Una comisión de la ONU, organizada el 16 de marzo, señaló que la deportación a Rusia se refiere a niños que han perdido a sus padres o que han perdido temporalmente el contacto con ellos durante las hostilidades, debido a su detención a veces.

Las autoridades ucranianas afirman con frecuencia que las acciones de la Rusia Constituyente permiten el genocidio, pero la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, anulada por el juez noruego Erik Mose, no llegó a la conclusión de que Rusia está siguiendo una política en Ucrania presentada como genocida en el sentido legal de el término. Consideró que estos actos, traducidos en su conjunto, constituyen una «crimen de guerra».