Un estudio descubrió que cada año se desperdician hasta $935 mil millones, o aproximadamente una cuarta parte del gasto total en atención médica de EE. UU. CVS cree que tiene una receta para una pequeña mejora en este sistema de salud notoriamente ineficiente.
El gobierno de los Estados Unidos está presionando para reducir costos y mejorar los resultados. La cadena de farmacias espera hacer su parte, mientras protege los márgenes, al comprar el operador del centro de atención primaria Oak Street Health por $10.6 mil millones en efectivo, incluida la deuda.
Este movimiento acelerará el impulso de CVS hacia otras partes de la cadena de atención médica. Pero solo cinco meses después de acordar adquirir la empresa de servicios de atención médica en el hogar Signify Health por $ 8 mil millones, Oak Street está lista para atraer la atención de las autoridades antimonopolio.
CVS ofreció una prima considerable del 87% sobre el precio promedio de las acciones durante los tres meses anteriores. Eso, combinado con la inversión planificada para ampliar la calle Oak Street, que genera pérdidas, de 169 clínicas a 300, diluirá las ganancias. También aumentará la deuda de CVS en el corto plazo.
CVS no ha cuantificado los posibles ahorros de costos. Dice que espera que el acuerdo genere “rendimientos de dos dígitos” sobre el capital invertido al séptimo año después de que se cierre el acuerdo. Esto probablemente vendrá en forma de ahorros para su unidad de seguros Aetna. Oak Street se especializa en el tratamiento de personas mayores de bajos ingresos. La atención preventiva en sus clínicas cuesta menos que las estadías en el hospital.
Se espera que el acuerdo genere oportunidades de venta cruzada para los otros negocios de CVS, incluido Signify, y aproximadamente 10,000 farmacias minoristas, así como el administrador de beneficios Caremark Rx. Un CVS optimista espera desbloquear más de $ 500 millones en ingresos potenciales “con el tiempo”.
La estrategia de CVS tiene precedentes. UnitedHealth, la compañía de seguros de salud de EE. UU., fue una de las primeras en expandirse a otras partes de los servicios de salud, comprando clínicas de salud, servicios de atención domiciliaria y empresas de análisis de datos. El precio de sus acciones, que subió un 725 % durante la última década, superó con creces al de CVS, que subió un 68 %. Los inversionistas que hoy apuestan por CVS tendrán que esperar otra década para que el esfuerzo de consolidación del grupo dé sus frutos.