El ex funcionario kirchnerista dijo que el próximo gobierno deberá encarar un plan de estabilización y reformar la carta orgánica del BCRA. Fue durante la presentación de este libro «Una diagonal al crecimiento» en el Malba.

El ex funcionario kirchnerista y ex diputado Diego Bossio plantó que el próximo gobierno debe garantizar un Banco Central «independiente» y encarar un plan de arreglo. Bossio dijo que en un contexto de inflación, «es necesario un plan de estabilización y un ordenamiento fiscal, como resultado de las reformas de cara al futuro».

Durante la presentación de su libro «Una diagonal al crecimiento, políticas económicas para reconstruir la Argentina», Bossio dijo que «la madre de todas las batallas» es la inflacióny para eso hay que hacer un plan de precisión, que requiere ordenar lo fiscal, un Banco Central independiente que tenga objetivos de estabilizar los precios y que acumule reservas, et ordenar los precios relativos”.

Bossio fue el titular de la Anses entre 2009 y 2015, período durante el cual además fue uno de los funcionarios más seguro en la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pero una vez que fue electo diputado en 2015, constituyó un bloque separado de la bancada K y actualmente, ya desde el llano, formado parte del espacio político dentro del Partido Justicialista que está armando el gobernador cordobés Juan Schiaretti.

La presentación en el Malba convocó a una importante candidatura de políticos y empresarios, comenzando por quienes oficiaron de presentadores: el CEO de Pan American Energy Group, marcos bulgheronila dueña del autopartista Guidi y dirigente de la Unión Industrial carolina castro y el gremialista jorge soladel Sindicato del Seguro.




Marcos Bulgheroni, Diego Bossio Carolina Castro y Jorge Sola durante la presentación del libro Una diagonal, al crecimiento en el Malba

Bossio aseguró que se propone «terminar con la grieta política» y dijo que en su libro, donde se repasan 60 años de historia económica, encontró que «hubo 22 residencias allá 52 de los 60 años con déficit fiscal«. Y plantó que tan bien están por cumplir 40 años desde la recuperación de la democracia, aquel lema que hizo famoso Raúl Alfonsín de que con la democracia «se come, se educa y se cura» ya no se cumple. «Hoy la democracia no nos permite ni curar, ni educar y gran parte de los chicos hoy no tienen para comer«, decir.

En ese sentido, cargo duro contra la política, pero a diferencia de Javier Milei, Bossio no se refirió a «la casta» sino que logró La primera persona. “Una de las cosas que hemos perdido los políticos es la posibilidad de escuchar a los argentinos. A lo sumo, te dan tres cuotas para comprarte zapatillas. Eso es lo que ocurre en Argentina. Entonces (los políticos) empezamos no solo no a no dialogar, sino también a no escuchar la realidad de los propios argentinos».

Por su parte Bulgheroni, quien además de su rol como empresario es económica de profesión, también hizo pesado en el reclamo de un Banco Central más independiente del gobierno de turno.

Durante su exposición, el empresario dijo que «el contrato social de Argentina se rompió en algún momento, a mediados de la década del siglo pasado. Ese contrato que hizo la Argentina grande, que hizo qu’a través de la educación, a través del esfuerzo, uno podría tener esa ascendencia social, económica, positiva, ascendente y que Plasma en una obra digna y formal».

Más adelante, Bulgheroni detuvo a destacar el capítulo del libro de Bossio donde propone una reforma de la Carta Orgánica del BCRA. “La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central consiste en volver a recrear como objetivo máximo o digamos más importante, defensor del mundo. la hace menor inflación, reservas acumuladassanear el balance del banco central, tener un limite para financiar al Gobierno de turno. Y tiene que ser independiente y que (sus directivos) puedan transitar varios gobiernos”, dijo.

Carolina Castro, tercera generación de la autopartista Industrias Guidi, con fábricas en Burzaco y Zárate, recordó que en la fábrica familiar, a comienzos de los años ’60, no sólo se producían autopartes sino también bienes de equipo que eran exportados a Uruguay, Venezuela y Brasil. «Aquellas capacidades nuestra empresa las perdidas, la maquina que habiamos comprado en Checoslovaquia para poder fabricar prensas los vendimos en los años 90, a España. Cuando me hago carne de la historia de mi propia empresa, es cuando entiendo que la Argentina no puede seguir desperdiciando o arruinando productivas, innovadoras, capacidades tecnológicas”, agregó.