Aparentemente, del acuerdo solo desentonaba el momento. Era mayo de 2022 y el riesgo de capital y, en general, los profesionales de la inversión empezaban a reaccionar al temporal macroeconómico que se dividió en Estados Unidos siendo mucho más conservadores con sus operaciones. Incluso así, el emprendedor Pep Gómez anunciaba, con solo 29 años, el segundo gran tanto de su carrera, un acuerdo para vender la empresa de patinetes compartidos Reby al fondo canadiense casa de litio por $100 millones. Pero lo que entonces pareció un éxito indiscutible, en realidad terminó siendo el principio del fin: la firma canadienne tuvo que dar marcha atrás, la operación terminó en los tribunales y, según ha podido saber EL PERIÓDICO, la falta de fondos ha llevado a la ‘ startup catalana en el insolvenciaa estar meses sin pagar nominas, a enfrentar una solicitud de impago fr Italiaya retire sus vehículos de prácticamente toda España.

«Los problemas surgieron en 2022», relató uno de sus socios en el país transalpino. Fundada en 2018, Reby ha crecido al calor del ‘boom’ de la movilidad compartida se ha plantado en 2021 con un volumen de negociación de 15 millones de euros, cuenta a su vez con 70 empleados, y una flota de 4.000 patines repartidos entre Barcelona, Gijón, Sevilla, Tarragona, Terraza allá Zaragoza (Fr. España), y Bérgamo, Caserta, florencia, Lecce, Nápoles allá Tarento (Fr. Italia).

Allí avanzaba de la mano de K-Ciudada empresa tecnológica napolitana a la que pagó una vez ejecutó el aterrizaje a un nuevo municipio o el crecimiento en una ciudad en la que ya estaban. Según su propio relato, esta pyme italiana Ingresaba de media 150.000 euros al mes gracias a esta actividad, que acabó siendo central en su negocio y que acabó por ocupar íntegramente a 26 de sus trabajadores. Hasta que, de repente, Reby dejó de pagar. «Nos dijeron que estuviésemos tranquilos, que estaban a punto de cerrar una ronda de financiación y que podrían pagar», recuerda un gerente comercial de K-City, pepe morelli. Y la operación llegó, pero no el dinero.

De vuelta del comprador

Tal como publicó el ‘Diari Ara’ en octubre del año pasado, el fondo canadiense se había retirado después de hacer un primer pago, y Reby lo había denunciado en Estados Unidos para obligarles a llegar hasta el final. Las razones de la retirada de casa de litio no están claras: de un lado se sugiere que el fondo habría sido víctima de la caída generalizada de las bolsas y se habría quedado sin liquidez; del otro, que se habría sentido forzado a cerrar el acuerdo sin tener toda la información sobre la empresa en su mano.

En este sentido, fuentes implicadas en la operación aseguran que los Inversores españoles de Reby sintieron mucha presión por parte de Pep Gómez, el fundador de la empresa, par que el acuerdo se cerrara quanto más rápido májor, y que más tarde destape varias irregularidades en el contrato. «Teníamos una visión de los hechos, tomamos decisiones en base a esta información y luego resultó que estaba tergiversada», ven ahora.

Gestión concursal

De todos modos, lo que más ha sorprendido, tanto a ellos como a su socio italiano, es la gestión de la insolvencia: que el discurso público de Gómez se que lleva meses fuera de la compañía, mientras promisee a Morelli estar haciendo todo lo posible por saldar sus deudas o que hasta este año haya insistido en que el fondo Canadiense tiene intención de pagar mientras en su poder tenía -dicen estas fuentes- un mensaje del verano pasado en el queda bastante claro que no. Tampoco explica que Gómez haya querido ser tan agresivo en la estrategia de expansión inclusive con las cuentas en situación tan delicada, que haya estado un mínimo de tres meses sin pagar a los trabajadores Sin Plantearse Registrar El concurso de acreedores o que no haya tocado su patrimonio personal (que se presume abultado, dada la millonaria venta de Fiebresu primera empresa) para resolver el problema.

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«Nos dijo que House of Lithium le había pagado 15 millones, su deuda en Italia son 2 millones de euros como mucho, ¿Cómo no nos va a poder pagar?», Pregunta Morelli. Tras mucho perseguirle, K-City finalmente decidió pedir enero a Italia en uno Tribunal de Milán y el juez ha decidido, hace justo un mes, dar algo más de tiempo a la compañía para resolver el asunto.

EL PERIÓDICO ha intentado contactar sin éxito tanto con el emprendedor como con el bufete que representa a los nuevos dueños de Reby para conocer la situación de la empresa en España o en qué estado está el juicio de Estados Unidos. Pese a no haber recibido ningún tipo de información en este sentido, todo apunta a que las cosas no van mucho mejor: de acuerdo con las fuentes consultadas, las deudas a distribuidores en el mercado nacional van mucho más allá que en Italia o existe inclusive en Porcelana. Así, no es de extrañar, que desde principios de año, la compañía haya dejado de operar progresivamente en Barcelona, Sevilla, Terraza, Tarragona allá ZaragozaDonde, según el ‘Heraldo de Aragón’, la policía local ya ha comenzado a trasladar los vehículos al depósito.